Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- El primer juicio contra una red de explotación sexual realizado en Argentina terminó este martes en un escándalo luego de que la justicia absolviera a los 13 acusados de haber secuestrado y esclavizado a una joven hace 10 años, según informa Notimex.

El juicio, iniciado en febrero pasado, investigó un caso que conmocionó a la sociedad argentina desde el 3 de abril de 2002, cuando una joven llamada Marita Verón fue secuestrada en la norteña provincia de Tucumán.

Desde ese día, la madre de la joven, Susana Trimarco, comenzó una búsqueda en la que no contó con apoyo alguno de las autoridades provinciales, pese a lo cual logró descubrir parte del trágico camino que siguió su hija.

Durante el proceso se comprobó que Verón fue secuestrada, drogada, golpeada, violada y explotada sexualmente en Tucumán, y aunque en algún momento logró escapar, los policías que la encontraron no la devolvieron a su familia.

En lugar de ser rescatada, la joven fue capturada nuevamente por una red de esclavitud sexual que era protegida por policías que les avisaban cuando se iban a realizar operativos en los prostíbulos que operaban, lo que les permitía esconder a sus víctimas.

Uno de los miembros de la red tomó a Verón como su mujer y la obligó a tener un hijo suyo, pero cuando la búsqueda de la joven se intensificó, fue vendida a otra red en España, y desde entonces su rastro se perdió.

Pese a su dolor, la madre de Verón comenzó desde el primer momento una intensa búsqueda personal que se transformó en una lucha social, ya que incluso se infiltró en prostíbulos del norte argentino y rescató a decenas de jóvenes secuestradas.

En esa lucha, Trimarco, quien ha sido candidateada incluso al Premio Nobel de la Paz, contó con el apoyo de su nieta, hija que Verón, que tenía apenas tres años cuando secuestraron a su madre.

Ambas esperaban que, por fin, este martes se hiciera justicia y se condenara a los acusados a penas de hasta 25 años de prisión, pero en lugar de eso, el tribunal decidió que no había pruebas suficientes para acusarlos.

Apenas se supo el fallo, que fue transmitido en directo dada la repercusión que iba a tener, fue patente la indignación de Trimarco, de los fiscales, abogados y representantes del gobierno nacional.