Una nueva enfermedad causa pánico en España

La muerte de un hombre en Madrid y el contagio de la enfermera que lo trató han puesto a las autoridades sanitarias en guardia.

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Las alarmas sociales y sanitarias no han tardado en saltar en España ante la presencia de casos de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo. (Archivo/Reuters)
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Agencias
MADRID, España.- La fiebre hemorrágica Crimea-Congo ya se ha cobrado su primera víctima mortal en España, un hombre en Madrid. Además, la enfermera que le trató está ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos. 

En un país aún marcado por la experiencia reciente de un contagio de Ébola, las alarmas sociales y sanitarias no han tardado en saltar.  

El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) causa brotes graves de fiebre hemorrágica viral, y presenta una tasa de letalidad cercana al 40 por ciento de los casos. 

Su transmisión se produce, principalmente a través de garrapatas. 

La transmisión secundaria, de persona a persona, puede producirse por contacto directo con el enfermo o con sus fluidos biológicos, o indirectamente por contagio a través de objetos contaminados. Aún no existe vacuna para su prevención. 

Se trata de una enfermedad endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia, según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS). 

Los síntomas

Los síntomas más reconocibles son diversos: fiebre, dolor muscular, mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia. 

También es posible la aparición de vómitos, diarrea, dolor abdominal y de garganta, cambios bruscos de humor y confusión. Al cabo de dos a cuatro días, la agitación inicial puede dar paso a somnolencia, depresión y debilidad, y puede aparecer dolor abdominal en el cuadrante superior derecho, con hepatomegalia detectable. 

Otros signos clínicos posibles son taquicardia, adenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos) y erupción por hemorragia cutánea) en mucosas internas (boca, garganta y piel). 

Normalmente hay signos de hepatitis, y los pacientes muy graves pueden sufrir un rápido deterioro renal, o insuficiencia hepática o pulmonar repentina después del quinto día de enfermedad. 

En los casos que no se recuperan, la muerte sobreviene durante la segunda semana y, entre quienes la superan, la mejoría comienza al noveno o décimo día.

¿Cómo ha llegado a España?

El aumento de los viajes internacionales ha convertido en un riesgo cotidiano el contagio de enfermedades que hace algunas décadas resultaba impensable. Existe, además, el riesgo de importar los animales infectados, particularmente mosquitos y roedores.

Sin embargo, las fiebres hemorrágicas no son enfermedades altamente contagiosas entre humanos. Deben considerarse potencialmente contagiosas las secreciones y excreciones corporales, la sangre, el semen y las muestras de tejidos de los pacientes infectados. 

Por ello, las personas con mayor riesgo de infección secundaria son las que están en un contacto más estrecho con las personas infectadas, aportándoles cuidados médicos o de enfermería, y los trabajadores de laboratorio que manejan su sangre, sus tejidos u otras muestras. 

La Comisión Europea, en el año 2000, puso en marcha programas nacionales de vigilancia de estos virus y constituyó la Red Europea para el diagnóstico de las Enfermedades Víricas Importadas. 

España puso en marcha, además, un Programa de Vigilancia y Control de las Fiebres Hemorrágicas Virales.

Como medida preventiva en esta ocasión, el Ministerio de Sanidad está intentando localizar a personas que pudieran haber estado en contacto con los dos afectados para hacer un seguimiento. Hay por el momento 190 localizadas.

(Con información de actualidad.rt.com)

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