Niega que las acusaciones sean correctas, aún así pide disculpas

Expresidenta de Corea del Sur es interrogada y se somete a sesión fiscal.

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La ex presidenta de Corea pidió disculpas, pero sigue negando acusaciones en su contra. (asiancorrespondent.com)
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Agencias
SEÚL, Corea del Sur.- Ante la atenta mirada de todo el país, la ex presidenta surcoreana Park Geun-hye se sometió este martes a un maratoniano interrogatorio de los fiscales por su implicación en el caso de corrupción de la "Rasputina", por el cual fue destituida.

Antes de comenzar su declaración en la oficina de la fiscalía del Distrito Central de Seúl, la ex mandataria hizo una breve intervención ante los periodistas, en la que pidió perdón a la ciudadanía y se limitó a decir que respondería a las preguntas de los investigadores "escrupulosamente".

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Se espera que la sesión, en la que los fiscales deben preguntar a Park por trece delitos de los que es sospechosa (incluido soborno y abuso de poder), dure más de 14 horas.

Park, que había estado protegida hasta ahora por su inmunidad presidencial para no declarar al tiempo que aseguraba que era inocente, volvió a negar este martes todos los cargos en el interrogatorio y no quiso ejercer su derecho a permanecer en silencio, confirmó un portavoz de la fiscalía a la Agencia Yonhap.

La misma fuente se negó a especular sobre la posibilidad de que la expresidenta sea detenida y se limitó a decir que la atención "por el momento esta puesta sobre el interrogatorio". La residencia privada de Park amaneció rodeada de policía, periodistas y simpatizantes de la exmandataria, muchos acampados ahí desde que fue destituida hace 10 días.

La atención ha sido máxima, con detalladas descripciones de las dependencias (que incluyen una cama) en las que Park, de 65 años, es interrogada, así como de las respectivas ubicaciones que investigadores, abogados e interrogada ocupan durante su declaración e incluso del menú que se le sirvió a la sospechosa para el almuerzo.

La policía tuvo que desplegar a unos 2.000 agentes cerca de la fiscalía para evitar altercados con los cientos de seguidores de Park que montan guardia y que ya han protagonizado episodios violentos en días pasados (los choques del día de su destitución dejaron tres muertos). Al mismo tiempo, otro puñado de detractores de Park se dio cita en el extremo opuesto del complejo lanzando cánticos que piden cárcel para la mandataria depuesta.

¿Por qué es especial esta acusación?

Park es el cuarto jefe de Estado surcoreano que declara en una investigación, aunque el nivel de atención mediática resulta inédito, tal y como mostraron este martes las imágenes de archivo de los ex presidentes Chun Doo-hwan, Roh Tae-woo o Roh Moo-hyun entrando en la fiscalía en un ambiente mucho más distendido en comparación al de este día.

Además, es el primer jefe de Estado destituido en Corea del Sur desde que el país volvió a celebrar elecciones democráticas en 1987, una enorme afrenta para sus defensores, casi todos mayores de 60 años y fervientes nostálgicos de la dictadura que encabezó su padre, el general Park Chung-hee, entre 1961 y 1979.

Park perdió su inmunidad presidencial el pasado 10 de marzo, cuando el Tribunal Constitucional ratificó su destitución al considerar que confabuló con su amiga Choi Soon-sil, apodada la "Rasputina", para extorsionar a grandes empresas. La decisión de la máxima instancia judicial del país obligó al Gabinete del presidente en funciones, Hwang Kyo-ahn, a convocar elecciones anticipadas el próximo 9 de mayo.

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