Receso navideño en diálogo de paz entre Colombia y las FARC

El balance del trabajo hecho hasta ahora arroja varias iniciativas realizadas en conjunto, pero disputando sobre el país que desean.

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Las FARC reportan un balance positivo de las pláticas con el gobierno colombiano. (Agencias)
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Agencias
LA HABANA, Cuba.- Tras 21 jornadas y más 100 horas de trabajo, las delegaciones del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) declararon el viernes un receso hasta enero en sus diálogos de paz con un balance de varias iniciativas realizadas en conjunto, pero disputando sobre el país que desean.

El primer mes de conversaciones entre las partes que tienen como la capital isleña finalizó con un comunicado conjunto, además de una declaración del gobierno y una conferencia de prensa de la guerrilla.

Aunque aún se negocia el punto número uno de una agenda de seis, ambas delegaciones insistieron que las conversaciones se desenvuelven en un ambiente respetuoso, pero también comenzaron a notarse las diferencias de conceptos, según informa la agencia AP.

"El gobierno no tiene que cambiar su modelo de sociedad. Por eso hemos dicho que no estamos negociando el modelo de desarrollo de Colombia ni el sistema democrático de gobierno", advirtió en su declaración leída el jefe de la delegación gubernamental, Humberto de la Calle.

Según De la Calle, lo que se busca es que "las FARC dejen de ser un grupo armado al margen de la ley y se conviertan en una organización política y social".

Poco después, les tocó el turno a los rebeldes.

"Hay dos posiciones encontradas en la mesa. La guerrilla de las FARC piensa que es necesario abordar la problemática nacional, que es necesario con urgencia cambios en las injustas estructuras", expresó el comandante Iván Márquez. "Si no se quiere conflicto hay que remover esas causas".

Márquez, cuyo nombre real es Luciano Marín Arango, insistió que Colombia merece justicia social, inclusión de todos los ciudadanos y equidad para tener una paz verdadera.

Buscan equilibrio

Sin embargo, ambas delegaciones coincidieron en que se buscan puntos para ir avanzando hacia un acuerdo de paz, que pondría fin a cinco décadas de conflicto en la nación sudamericana.

"Ni el gobierno colombiano ni el Ejército ha podido vencer a la guerrilla, ni nosotros hemos podido tampoco por las armas tomar el poder en Colombia. ¿Qué hacer? Como producto de ese equilibrio de fuerzas sentarnos a conversar, parar la guerra", expresó por su parte el dirigente rebelde Ricardo Téllez, cuyo nombre legal es Rodrigo Granda.

Las conversaciones a puertas cerradas comenzaron el 19 de noviembre en esta capital, que se convirtió en la sede permanente de los diálogos luego de que la mesa se instalara de manera oficial en Oslo en octubre.

Las conversaciones se reanudarán el 14 de enero y se continuará con el debate del problema agrario, el primer punto de la agenda.

Mientras tanto, en Bogotá, comenzó esta semana un foro sobre la cuestión de la tierra, su tenencia y su explotación en Colombia organizado por la Universidad Nacional y las Naciones Unidas que fue auspiciado por la mesa de diálogo y forma parte de las actividades impulsadas por las partes desde Cuba.

Se pretende que los resultados del foro sirvan para generar propuestas para la mesa en Cuba.

Participación civil

Paralelamente empezó a funcionar una página en internet www.mesadeconversaciones.com.co desde la cual recogerán propuestas de los colombianos y las organizaciones sociales para la paz. Hasta ahora hay más de 2,900 de estas iniciativas.

Además, el congreso colombiano remitió a las delegaciones dialogantes un compendio -son 10 volúmenes- de iniciativas recolectadas las comisiones de paz de los legisladores.

Hasta ahora en términos formales el conflicto continúo su curso pues pese a que los rebeldes decretaron un cese de hostilidades a manera de gesto ante el diálogo, el gobierno rechazó imitar la medida.

Esta semana Márquez volvió a insistir sobre la necesidad de que las autoridades permitan a los colombianos tener una Navidad en paz o al menos se firmara un acuerdo para humanizar el conflicto, que ya se ha cobrado miles de víctimas.

Todo este proceso comenzó en septiembre cuando las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos informaron que tras meses de contactos secretos en Cuba habían firmado un acuerdo marco de seis puntos para poner fin al conflicto que ha afligido a Colombia durante casi medio siglo y costó miles de víctimas entre muertos, heridos, desplazados y damnificados.

Entre los puntos del acuerdo están el resarcimiento a las víctimas y la inserción de los rebeldes en la vida civil, entre otros.

Creadas en la década de los 60, se estima que las FARC tienen unos 9,000 miembros en armas y constituyen la fuerza guerrillera activa más vieja del continente.

Aunque las partes no fijaron fechas para concluir definitivamente sus conversaciones y los rebeldes aseguran que tienen todo el tiempo que se necesite para construir una paz verdadera, Santos dijo que éstas no deberían pasar de noviembre de 2013.

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