Agencias
PARÍS, Francia.- Nicolas Sarkozy quizá esté pensando en recuperar su antiguo trabajo. El hombre que dirigió Francia entre 2007 y 2012 anunció el viernes en Facebook que se unía a la carrera para liderar el partido conservador UMP en las elecciones del próximo mes.

El movimiento, ampliamente esperado, es visto como el primer paso para optar a la presidencia en 2017.

Sarkozy, de 59 años y casado con la modelo convertida en cantante Carla Bruni, se enfrenta a una serie de problemas legales ligados a acusaciones de corrupción. Pero esto no parece impedirle escenificar su retorno politico.

Cuando dejó el Palacio del Elíseo en 2012 dijo que abandonaba la política y que encontraría una forma diferente de servir a su país.

Ahora, su sucesor, el socialista François Hollande, se ha convertido en el líder francés más impopular de la historia moderna por su manejo de la economía.

Y la UMP de Sarkozy, que dirigió antes de aspirar a la presidencia por primera vez, es un nido de divisiones ante un vacío de liderazgo.

Así, con encuestas mostrando que algunos querrían un regreso de Sarkozy, él escribió el viernes: "He decidido proponer una nueva opción política para los franceses".

"Quiero demasiado a Francia. Soy demasiado apasionado por el debate público y el futuro de mis compatriotas para verlos condenados a elegir entre el desesperado espectáculo de hoy y la perspectiva de un aislamiento sin salida", escribió, en una aparente referencia a la débil presidencia de Hollande y al reciente auge de la líder de ultraderecha Marine Le Pen, que también quiere el cargo más importante de Francia.

Desde que dejó el cargo, Sarkozy ha seguido la gira de conciertos de su esposa y ha ofrecido conferencias en eventos internacionales. Además fue detenido para ser interrogado y se enfrentó a cargos legales.