Endeavor también atestigua fracasos

Algunos emprendedores crean fórmulas exitosas, pero requieren de una inyección de dinero para concentrarse en lo que saben hacer

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Una industria que entrará en ebullición en el nuevo sexenio es la de capital privado. ¿Qué es? 

Inversionistas que van identificando oportunidades de inversión en empresas medianas; les inyectan el capital; las potencian y, al cabo de algunos años, venden su participación obteniendo un rendimiento. El caso más icónico de los últimos años es Genomma Lab, de Rodrigo Herrera, que recibió una inyección del fondo Nexxus Capital.

Algunos emprendedores crean fórmulas exitosas, pero requieren de una inyección de dinero para concentrarse en lo que saben hacer. Una forma de “acreditarse” ante los potenciales inversionistas es conseguir el sello de Endeavor, una organización que auxilia a emprendedores acercándoles a asesores de firmas fiscales, financieras y de consultoría estratégica, entre otras.

Muchos emprendedores de Endeavor se vuelven más exitosos. Pero también hay algunos fracasos, de los que se debe aprender para evitar su repetición. 

Una fuente de alto nivel me ha revelado que la empresa Primedic, apoyada por Endeavor, ha fracasado. Los dueños eran Paulino Decanini, Ramón Rivas, Roberto Jaime y David Jaime. Primedic da servicios de salud en varios municipios de Nuevo León: Monterrey, Cadereyta, Escobedo… Su promesa era un trato médico de alta calidad en varias áreas de especialidad.

Aparentemente, los emprendedores no lograron un flujo de efectivo sonoro, debían más de 800 mil dólares, y se negaron a que el fondo de inversión Ignia les comprara el capital y los diluyera.

Decidieron cerrar Primedic. El fracaso, pues.

Que las empresas cambien de mano no debería ser doloroso para los fundadores, los clientes o los empleados. Antier supimos que otro fondo llamado Ventura Capital sí logró convencer a los accionistas de Maxcom —la empresa de telecomunicaciones— para comprar las acciones en circulación de esta empresa e inyectarle otros 22 millones de dólares. Para potenciarla.

Y eso que hay  entuertos legales en el sector —y al alimón, oportunidades.

Las medianas empresas entrarán en una etapa dorada si atendemos las intenciones del presidente Peña. Pero se requiere que la industria de capital privado redoble esfuerzos en sus mensajes y que la sociedad aprenda de los fracasos. 

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