Hoy es Día Internacional de la Conciencia, una fecha promovida por la Organización de las Naciones Unidas en busca de crear condiciones de estabilidad y bienestar así como relaciones pacíficas y amistosas basadas en el respeto de los derechos humanos sin hacer distinción de raza, sexo, idioma o religión.

El objetivo final es fomentar la cultura de paz con amor y conciencia sin olvidar que cada pueblo tiene costumbres en sus comunidades con las que se debe trabajar en la búsqueda de una mejor educación que fomente el desarrollo sostenible.

Y es que el concepto de una cultura de paz nació en el Congreso Internacional sobre “La Paz en la Mente de los Hombres”, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura organizó en 1989, sin embargo yo escuche de este concepto muchos años después cuando los grupos del ayuda para mujeres agredidas en Quintana Roo, se transformaron en organizaciones para promover esta forma de construcción del tejido social.

Ahí entendí que la intención de fomentar una cultura de paz no se trata solamente de eliminar las guerras, ya que quiere promover valores, actitudes, tradiciones, costumbres, comportamientos y modos de vida enfocados al respeto, ya sea por la vida, el rechazo de la violencia en todas sus formas; el reconocimiento de la igualdad del hombre y la mujer; de las garantías individuales, de la libertad de expresión, del derecho a la opinión e información; la adhesión a los principios de democracia, la urgencia del desarrollo para todos, la importancia de la tolerancia, aceptación de diferencias y entendimiento entre los grupos no importando las diferencias étnicas, religiosas, culturales, en fin.

Para conseguir la meta es necesario fomentar acciones educativas, sociales y cívicas que permitan aprender, dar y compartir para tener una estrategia mundial abierta que evite el daño. Con eso podríamos avanzar en todos sentidos.

La paz, dice la Organización de las Naciones Unidas, “no consiste exclusivamente en la ausencia de diferencias y conflictos. Es un proceso positivo, dinámico y solidario, ligado intrínsecamente a la democracia, la justicia y el desarrollo de todos, por el cual se respetan las diferencias, se fomenta el diálogo y los conflictos se transforman constantemente por medios no violentos en nuevas vías de cooperación”. Más claro, imposible.

Así que el día internacional de la Conciencia recordemos que el tema “puedo aprender, puedo trabajar”, ya que debido a la pandemia se repite el mismo que en 2020, nos enseñe en todo momento que somos parte de un grupo, donde el respeto en todas nuestras acciones será única forma de cambiar el mundo.

Hoy aprovecho que es lunes para dedicar mis letras a quien me ha enseñado la importancia de la conciencia, de educar a los hijos con el objetivo de vivir en paz, a mi querida hermana de sangre Yolanda Arcila a quien le deseo una espectacular vuelta al sol llena de bendiciones en este su cumpleaños. ¡Que sea feliz!