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Esta semana la línea de tiempo de muchas de mis redes sociales se llenó de buenas y tristes noticias relacionadas con la salud de otros, que incluyeron celebraciones por la vacunación de padres, abuelos o conocidos contra la Covid-19, así como el padecimiento de queridos amigos.

Cada momento un timbre anunciaba un nuevo twitter que presumía la logística, atención, velocidad, o amabilidad con la que había sido inoculado alguien de sus afectos, así como la felicidad que aporta la tranquilidad de estar menos expuesto al daño que provoca el coronavirus, específicamente el Sars-Cov 2.

Y es que el tema ha cobrado mucha importancia, para bien o para mal, por las muchas noticias en torno a los biológicos que causan controversia a la hora de aceptar la aplicación de una dosis, lo que ha complicado tener una población comprometida con su salud.

A pesar de los esfuerzos de los gobiernos del mundo para inmunizar a la población y recuperar algo de la vida que teníamos antes de los cubrebocas, sobre todo en el tema económico en cualquier sector, hay personas que prefieren creer en las teorías de la conspiración para escapar de la responsabilidad.

En algunas listas publicadas en diferentes medios de comunicación sobre los avances de la vacunación al 31 de marzo Israel encabezaba la gráfica con el 52 por ciento de su población con el proceso finalizado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud “es demasiado pronto para saber la duración de la inmunidad que confieren y hay que seguir investigando para responder a esta pregunta. Sin embargo, hay datos alentadores que indican que la mayoría de las personas que se recuperan de la enfermedad adquieren una inmunidad que protege contra una nueva infección”.

El otro tema es que mientras esta situación sucede en el mundo hay muchas otras enfermedades que nos siguen afectando desde la salud mental y todas sus consecuencias hasta las más alergias que resultan incomodas en nuestros días por el miedo al contagio.

Al final el tema de la salud debería de preocuparnos un poco ya que sólo el 12 por ciento de los mexicanos adquiere un seguro de gastos médicos privados, que cada día tienen mayor costo pero que se vuelven una inversión ante un padecimiento o accidente que ponga en riesgo su salud.

La mayoría de los asegurados en México tienen más de 40 años y en muchos casos compran protección médica cuando ya desarrollaron un padecimiento, sobre todo los relacionados con enfermedades crónico degenerativas, lo que eleva los costos de los de seguros médicos. Cuidarse es responsabilidad de cada uno.

Hoy aprovecho que es lunes para felicitar a todos aquellos que cumplen años en esta fecha en especial a Carlos Navarrete a quien le deseo una espectacular vuelta al sol por todas las historias que hemos vivido y para Armando Abreu un extraordinario ser humano trabajador y amigo de sus amigos en todos los momentos que hemos compartido. ¡Que sea feliz!

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