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Los insectos habitan en las paredes de las chozas. (Claudia Martín/SIPSE)
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Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La enfermedad o mal de chagas es provocada por el Tripanosoma cruzi, un parásito que se transmite de persona a persona y mamíferos a mamíferos, por una chinche que se alimenta de sangre. Una joven estudiante de la licenciatura de Biología en el Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCH), descubrió que la comunidad de Laguna Guerrero cumple con todas las características para la reproducción de las chinches que transmiten la enfermedad e inició un proyecto de investigación para conocer los tipos de insectos que hay en la zona y la manera en que se propagan mediante el proyecto denominado “Vector causante del mal de chagas, en la localidad de Laguna Guerrero, Quintana Roo”.

Los factores de riesgo para la enfermedad incluyen: vivir en una choza donde los insectos habitan en las paredes, condiciones de pobreza y recibir una transfusión sanguínea de una persona que porta el parásito, aunque no tenga la enfermedad de chagas activa.

“Empecé desde 2013 a tomar mi capacitación en el laboratorio para prepararme y se hizo una colecta en varias comunidades de la ribera del río Hondo, donde se tenía el reporte de las chinches. En la comunidad de Pedro Antonio Santos nos encontramos unas cinco o siete chinches, pero no estaban infectadas", dijo. 

"En Laguna Guerrero también había el reporte de chinches y nos sugieren a nivel nacional cambiar el proyecto para esa zona”

La comunidad de Laguna Guerrero, del municipio de Othón P. Blanco, se localiza a tan sólo 25 kilómetros de la capital del Estado y ahí habitan unas 568 personas. Incluso, la comunidad desarrolla alguna actividad ecoturística.

Enfermedad crónica asintomática

La estudiante explicó que el mal de chagas es una enfermedad crónica asintomática que se olvidó con el paso del tiempo. Durante muchos años se pensó que había sido erradicada por completo, pero no fue así y con este proyecto pensamos darle las herramientas al sector Salud para que tome las medidas correspondientes.

“Los reportes que hemos tenido hasta el momento han sido de palabra; por ejemplo, la familia de la comunidad nos dice que esa chinche ya le picó al papá, a un tío y a otro familiar. También ha habido pobladores que acuden al Laboratorio Estatal de Salud y resultan positivo al mal de chagas. Lo que queremos es informar a sus habitantes qué es, qué insecto o mamíferos lo transmiten, qué hacer si encuentran a la chinche y, en su caso, que la Secretaría de Salud pueda tomar medidas correspondientes para mantener un control o la erradicación del vector”, afirmó.

"Los medicamentos los envía la Secretaria de Salud  a nivel nacional y están controlados"

Encuestas

La primera etapa del proyecto consiste en la elaboración de encuestas entre los habitantes de la zona con relación a sus hábitos alimenticios de higiene y condiciones en las que viven. Seguido de un muestreo e información específica a los pobladores y, finalmente, los resultados.

“El muestreo consiste en la captura de las chinches. Se llevan al laboratorio para hacerles análisis o, incluso, heces fecales para corroborar si el individuo tiene o no el parásito. Seguramente tendremos que hacer muestras de sangre a los pobladores si encontramos alguna chinche infectada, además de informar a la comunidad dónde se encontró el insecto y qué hacer si localizan otro. Les dejamos frascos para ellos. Mi intención no es sólo obtener resultados, sino darle continuidad y en realidad aportar algo a la comunidad. Esa enfermedad es fuerte y el tratamiento también. Los medicamentos los envía la Secretaria de Salud  a nivel nacional y están controlados, entonces espero hacer algo que no sólo sea una cita bibliográfica, sino contribuir a la comunidad”, indicó.

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