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CANCÚN, Q. Roo.- Sí, la realidad es que en México, particularmente en Quintana Roo y Yucatán, la estatura promedio es de metro y medio; sin embargo hace 100 años el promedio mínimo era de menos de 1.50 metros, es decir, ¡crecimos!

Los mexicanos incrementamos 13 centímetros la estatura promedio en los 100 años entre 1914 y 2014, de acuerdo con un estudio de la red internacional de científicos en el área de la salud NCD RisC, informa el portal web del periódico El Financiero.

La estatura promedio de las mexicanas pasó de 1.43 a 1.56 metros, mientras que la de los hombres se elevó de 1.56 a 1.69 metros, según el estudio.

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En el análisis se tomaron en cuenta las medidas de los mayores de 18 años entre 1914 y 2014.  Sin embargo, el país sigue siendo una nación donde la mayoría tiene una estatura baja.

El reporte reconoció que el crecimiento en la población está relacionado no sólo con temas genéticos, sino también económicos.

“Por ejemplo, los niños y adolescentes que están desnutridos, o que sufren de enfermedades graves, por lo general serán más bajos”, reveló el reporte.

Ubicación en el ranking mundial

Este crecimiento hizo que ambos sexos subieran su posición en el ranking mundial de altura que contempla a 200 países diferentes.

Las mujeres escalaron del peldaño 191 al 145, mientras que los hombres lo hicieron del 184 al 124; sin embargo, ambos promedios siguen en la mitad más chaparrita del listado.

El estudio destaca que entre las mujeres, las que más lograron crecer su estatura promedio fueron las surcoreanas al pasar de la posición 196 a la 55 luego de aumentar 20 centímetros su altura promedio.

Mientras que en el caso de los hombres los que más crecieron fueron los iraníes, con 16 centímetros y que pasaron del 181 al 67.

Los hombres más altos, según el estudio, están en Holanda donde la estatura promedio es de 1.82 metros, mientras que las mujeres con mayor altura están en Letonia, donde miden más de 1.68 centímetros en promedio.

Mientras tanto en Quintana Roo la estatura aumentará lentamente debido a que al menos siete de cada 10 personas que viven en comunidades rurales sufren “enfermedades de la pobreza”, entre ellas las parasitarias, bacterianas y las respiratorias, que son consecuencia de la falta de servicios básicos, que, según el estudio merman el crecimiento.