Realizan estudios por contaminación en la Bahía de Chetumal

La Bahía mide dos mil 600 kilómetros; mil 200 kilómetros corresponden a Belice y mil 400 kilómetros a México.

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Detectan la presencia de contaminantes por aguas residuales, herbicidas y plaguicidas. (Harold Alcocer/SIPSE)
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Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La Comisión Nacional del Agua (Conagua), El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en la capital del estado y algunas otras instituciones gubernamentales y no gubernamentales han realizado estudios para determinar qué tipos de contaminantes existen en la Bahía de Chetumal, expuesta a la contaminación ambiental, los cambios físicos y los efectos de cambio climático.

Sin embargo, no hay recursos que alcance para determinar en qué grado se encuentra y todos concluyen en que exista un monitoreo constante para evitar que las acciones antes mencionadas causen daños irreversibles a este importante cuerpo de agua.

Extensión

La abertura de la boca de la Bahía es de 15.3 kilómetros y su área total aproximada es de dos mil 600 kilómetros cuadrados,  correspondiendo mil 200 kilómetros a Belice y mil 400 kilómetros a México; instituciones gubernamentales, sociales y de investigación han realizado estudios pero solo en algunos puntos.

Contaminación del agua

El más reciente estudio fue realizado por la investigadora de Ecosur, Teresa Álvarez Legorreta, en el que se detectó la presencia de contaminantes por aguas residuales, herbicidas y plaguicidas, en la Ribera del Río Hondo y la Bahía de Chetumal, pero para poder determinar el grado de contaminación es necesario realizar más trabajos y más a fondo.

Detalló que las actividades de los habitantes de la ciudad y comunidades aledañas propician la presencia de aguas residuales y desechos sólidos; los procesos de combustión de gasolina, leña y la producción de azúcar; el uso de lanchas con motor fuera de borda y la lixiviación de fosas sépticas y rellenos sanitarios; el transporte atmosférico de las aplicaciones de plaguicidas, el uso de agroquímicos en cultivos de las ribera del río Hondo son factores cotidianos que también ponen en riesgo este importante ecosistema.

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