Gustavo Villegas/SIPSE
COZUMEL,Q. Roo.- Para el grupo de "Jóvenes por la Conservación", el 2016 significó un incremento en la cantidad de basura recolectada en las jornadas de limpieza de playas.

Datos proporcionados por personal de la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), instancia que patrocina a esta organización ambientalista desde el 2003, conformado por niños de 9 a 13 años, indican que en total se acopiaron mil 660.3 kilos de desperdicios que el mar arrojó a las playas, un 29% más de los que se recaudó en 2015.

Los desechos llegan a los arenales de la isla provenientes de muchos lugares del planeta, arrojados por las corrientes.

También te puede interesar: Garantizan a bañistas playas limpias en Cancún

Héctor González Cortes, director de Conservación y Educación Ambiental (DCEA) de la FPMC, detalló que los desechos recolectados en los casi 12 meses transcurridos, suman un peso total de mil 660.3 kilos aunque no precisó cuál de los materiales, como el plástico, PET o vidrio, fue el predominante.

Comparó la cifra recolectada en 2015, que fue de mil 172.9 kilos, destacando que el incremento fue de 487 kilogramos más que el año pasado, lo que significa un incremento del 29% .

Detalló que las jornadas de limpieza se limitaron a la zona de arenales de Punta Sur, parque ecológico que cuenta con cinco playas, y que estos trabajos se enfatizaron en la zona de la anidación de tortugas y aves marinas, que son la “5 de junio” y “Celarain”.

Procedencia de los desechos 

Desde hace unos años los biólogos de la FPMC, así como de otras instancias externas, han dado a conocer que la basura que llega a las costas de la isla provienen de Jamaica, Puerto Rico, Brasil, Medio Oriente y el continente europeo, lo que se ha documentado gracias a las etiquetas de la basura.

El último dato con el que se cuenta sobre el tipo de basura que llega a los litorales cozumeleños, data de a mediados de 2015 cuando el personal de la dirección de Ecología del Ayuntamiento, estimó que entre el 70% y 80% de estos residuos llegan arrastrados por las corrientes, y el resto se debe a la presencia de usuarios a las playas y la falta de un programa efectivo de reciclaje.