Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- La avenida Lilis, que está frente a la zona de invasión de In House, se ha convertido en un “basurero a cielo abierto”, mismo que se ha llenado de los residuos que generan los habitantes de este asentamiento irregular.

El tramo que se encuentra en estas condiciones corresponde al que abarca desde la avenida Constituyentes hasta la avenida Juárez.

Según Adrián Manzanilla Lagos, director de Mantenimiento y Limpieza Urbana, el asentamiento produce más de 20 toneladas semanales, las cuales apenas son recogidas tres veces en ese lapso con camiones de esta dependencia que pasan sobre la avenida Lilis.

También te puede interesar: In House, ‘papa caliente’ en manos del nuevo secretario general

“No entramos a la zona de invasión a recoger la basura, las calles están feas (…) la gente tiene que sacar su basura a la avenida (Lilis), cada vez que pasamos recogemos hasta ocho toneladas”, dijo Adrián Manzanilla.

Sin embargo, según el funcionario, aunque pasan a recoger los residuos, no hay mucha obligación de parte del Ayuntamiento, ya que la zona es un asentamiento irregular; por lo tanto que la principal vía luce cotidianamente repleta de residuos urbanos.

Y esta situación ha causado molestia en los habitantes del fraccionamiento In House, quienes se encuentran establecidos de forma legal.

Estaba abandonado, pero no sucio

Entrevistados ayer, mencionaron que los invasores no tienen respeto por el área pública y sacan sus bolsas de basura que son desbaratadas por perros o pepenadores.

“Es increíble que hasta hace casi un año no existiera este paisaje; anteriormente se veía abandonado, pero no sucio, y eso es diferente y las autoridades no hacen nada por una solución inmediata, mientras tenemos que tener una calle donde podríamos circular tranquilamente, pero está llena de basura”, dijo un habitante del fraccionamiento In House.

La zona de invasión de In House, conocida así por ubicarse en las cercanías del fraccionamiento con el mismo nombre, empezó a poblarse desde agosto del año pasado, según datos dados a conocer por quienes dirigieron la invasión. En la actualidad hay más de 100 familias en el sitio.