Bioplástico de sargazo hecho en Cancún, en análisis ‘nuclear’

El prototipo elaborado por estudiantes de Q. Roo es analizado por el Instituto de Investigaciones Nucleares.

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El proyecto de bioplástico hecho a base de harina de sargazo fue ingresado al INNN. (Jesús Tijerina/SIPSE)
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Pedro Olive/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los estudiantes de la Universidad Politécnica de Quintana Roo, creadores del “Bioplástico”, lograron ingresar el proyecto al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (INNN), por lo que en septiembre tendrán una visita guiada para enriquecer la propuesta de elaborar el producto a partir del sargazo.

Los alumnos presentaron el proyecto en una jornada de exhibición de Biotecnología en la Upqroo, en febrero pasado, el cual se basa en la elaboración de bioplástico a partir de la harina de sargazo.

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Dicha propuesta fue inscrita en primera instancia a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), quien determinará el próximo 19 de abril si es viable. 

La idea del proyecto inició en enero del presente año, como una propuesta de profesores de materias de emprendimiento, de la carrera de biotecnología, quienes propusieron a los estudiantes elaborar un producto con tres características: sustentabilidad, beneficio biotecnológico y que sea útil.

“La propuesta es aprovechar el sargazo que se encuentra en el mar y convertirlo en harina, que será utilizado para producir una masa similar a la plastilina, pelotas de plástico, o para ser utilizado en terapias físicas”, expresó Diana, estudiante y colaboradora del proyecto.

De qué está hecho

Para realizar la mezcla y obtener el producto denominado “Bioplástico”, los estudiantes utilizan agua, bórax, colorante vegetal, y la harina de sargazo, las cuales se mezclan, y se dejan reposar por un tiempo aproximado de cinco a 10 minutos.

Los alumnos pretenden usar la mezcla como juguete para menores, desde pelotas pequeñas, plastilina para formar figuras, similares a las comerciales pero sin que exista riesgo de enfermedad en caso de ingesta, además de herramienta para tratamientos de rehabilitación física.

Con la fabricación de los primeros prototipos, los universitarios creadores del proyecto estimaron que el costo del “Bioplástico”, para su distribución comercial, está entre 30 y 40 pesos; sin embargo, de conseguir el apoyo por parte de la Conanp, comentaron que podrían reducir el precio de venta hasta un 30% menos.

Actualmente los alumnos ya crearon las etiquetas y los envases donde será almacenado el plástico, para posteriormente realizar la distribución en los establecimientos donde ya realizaron los primeros contactos.

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