Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Un programa de conservación ambiental en el ejido Lázaro Cárdenas, demarcación que se encuentra al poniente de la ciudad,  contempla la protección de 3 mil hectáreas de selva para que no se le pueda dar otro uso de suelo, de esa superficie se ha previsto que mil hectáreas sean reforestadas con la intención de resarcir los daños de incendios forestales de años pasados. 

Dicho ejido, según han dado a conocer las autoridades, cuenta con una extensión de 6 mil hectáreas por lo que de concretarse el proyecto para este año se protegería aproximadamente el 50% de su extensión, una acción sin precedentes, sostuvo el subdirector de Fomento Agropecuario y Pesquero, José Carlos González Anguiano. 

“Esto nació de la inquietud de recuperar las partes dañadas de unos incendios forestales que sucedieron hace como tres años cuando se llegó a perder de selva hasta mil  hectáreas, la cual es la que ahora se va a reforestar”, expresó.

El funcionario mencionó que para concretar este proyecto se buscaría que la zona se declarare protegida mediante un convenio con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), el cual daría la certeza de esta forma de salvaguardar esa  región, así como los montos económicos para realizar tal acción.

“Concretamente esto consiste en que la zona que se protegerá, solo se cuidará, se limpiará, pero no se tocará, eso tendrá como puntos principales el convenio ante la federación (…) esto traerá un beneficio para los mismos ejidatarios a quienes se les pagará para que realicen estas actividades”, sostuvo el funcionario. 

El programa iniciaría este año

José Carlos González Anguiano mencionó que por ahora no cuentan con un monto exacto de inversión, pero sería luego de la mitad del año cuando todo quedaría listo para que tal proyecto inicie su ejecución para finales de 2015. 

“Se sembrarán árboles nativos, como caoba y chicozapote”, sostuvo.

De acuerdo con la Unidad del Vocero, uno de los incendios más fuertes que afectó al Ejido Lázaro Cárdenas, fue en abril de 2013, cuando un área de 220 hectáreas de  selva fue consumida.