Buscan evitar el uso de ‘bombitas’ en los planteles escolares

La Dirección de Protección Civil realizará supervisiones para evitar que los estudiantes los adquieran para realizar bromas.

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Los menores serán supervisados para que no usen los explosivos dentro de las instituciones y así evitar accidentes lamentables. (Enrique Mena/SIPSE)
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Enrique Mena/SIPSE

CHETUMAL, Q. Roo.- La venta de petardos, bombitas explosivas, a las afueras de los planteles educativos de nivel primaria,  secundaria y medio superior será supervisada para evitar que cientos de estudiantes las adquieran para realizar bromas al interior de las aulas y en las áreas verdes y deportivas del centro escolar y con ello restringir riesgos innecesarios que deriven en quemaduras mortales, afirmó el director de Protección Civil en Othón P. Blanco, Juan Manuel Zamarripa Pérez.

 
Los comercializadores de este tipo de productos, que pueden resultar agresivos físicamente, se establecen de forma esporá-dica en las afueras de los centros escolares, acción que no se les prohíbe, pues están regulados dentro de la normatividad del ayuntamiento.
 
Tributan dentro del régimen de vendedores ambulantes, fijos o semifijos, de la Dirección de Fiscalización Reglamento y Vía Pública, pueden recorrer las calles en algún tipo de vehículo donde transporten sus productos.
 
Si bien está permitido, unos siete elementos de la Dirección de Protección Civil municipal recorrerán unas 160 escuelas en la capital para corroborar que el uso indebido de las conocidas “bombitas y petardos” no se presente en los alrededores, pasillos, aulas, cafetería o canchas deportivas.
 
Las quemaduras, de primer, segundo y tercer  grado, son preocupantes y no importa del tipo que sean, no se les puede exponer a ello. Las manos, brazos, piernas y cara, son donde generalmente suelen ocurrir éstas.
 
“El descuido de menores de edad puede ser evitado si se mantienen vigilados, no sólo por personal de Protección Civil, sino por los mismos docentes y padres de familia; a veces no miden el grado de peligro o la magnitud de la explosión, por ello el operativo de vigilancia” dijo, respondiendo al conocido como Guadalupe-Reyes, que entró en acción desde el seis de diciembre. 
 
Son adolescentes quienes pretenden asustar a sus demás compañeros, no miden el resultado de sus acciones, pero, una orientación bastaría para hacerlos entrar en cordura.

 

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