Javier Ortiz / SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Turistas que llegan al Pueblo Mágico de Bacalar tienen que transitar entre calles que se encuentran en mal estado, las cuales no reciben mantenimiento desde hace años, a pesar de que desembocan a la Laguna de Los Siete Colores.

Ramiro Gutiérrez Cámara, vecino del primer cuadro de la ciudad, señaló que la Calle 22, la cual desemboca hacia la avenida Costera está en pésimas condiciones y son ya varios los vehículos que han sufrido desperfectos.

Explicó que la arteria vial se construyó hace más de 10 años con acabados de piedra, pero con el tiempo, la falta de mantenimiento y el paso de los vehículos, se fueron desprendiendo algunas rocas que dejaron enormes hoyancos donde se hunden los neumáticos de cualquier unidad automotor y se golpea la parte baja de la unidad.

Los habitantes del lugar comentaron que más de un turista se ha resbalado o tropezado con los pedazos de piedra, situación que han reportado infructuosamente a las autoridades correspondientes.

Abundó que, en el caso de los turistas que transitan a pie, son ya varias ocasiones las que resbalan o se tropiezan con los pedazos de piedras, situación que han reportado a las autoridades, pero sin resultado alguno.

La Calle 22 se encuentra a un costado del Hospital Comunitario de Bacalar, en el centro. Esta vía es utilizada por los turistas para llegar a la laguna, pues sirve de desahogo a quienes vienen de visitar El Fuerte y el parque central.

A pocos metros se encuentra el balneario “Ecológico”, cuya entrada también presenta deplorables condiciones porque el relleno de piedras y sascab lo convirtieron en un terreno accidentado, lo cual es notorio por los raspones que dejan los vehículos al ingresar o salir de ese centro recreativo.

Nicanor Piña Ugalde, presidente del Comité Bacalar Pueblo Mágico, dijo que esa arteria, al igual que otras ubicadas en el primer cuadro de la ciudad, formaron parte de la propuesta que realizaron ante el ayuntamiento y la Secretaría de Turismo como obras prioritarias para mejorar la fisonomía del destino.

Lamentó, sin embargo, que sus peticiones no fueran tomadas en cuenta, por lo que continuarán en tales condiciones a pesar de la mala imagen que presentan a los visitantes.