Selene Hidrogo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Las playas pueden ser riesgosas para los niños si los padres no siguen ciertas instrucciones para protegerlos cuando visitan estos lugares, sobre todo esta temporada vacacional en la cual se han registrado temperaturas arriba de los 30 grados y alta afluencia de visitantes, comentó Francisco Navarrete Suárez,  pediatra alergológico. 

Los mayores riesgos para los menores son la exposición excesiva al sol sin protección, pues puede causar quemaduras graves en la piel, insolación, dolor de cabeza, vómito, diarrea y convulsiones. 

Debido a las altas temperaturas registradas este verano, los niños pueden llegar a sufrir deshidratación, pues el calor hace que el pequeño sude y requiera ingerir una mayor cantidad de líquidos.

Los cambios bruscos de temperatura pueden ocasionar problemas al organismo.

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En las playas donde el oleaje es muy alto, es peligroso que los niños estén solos, pues las corrientes marítimas pueden adentrarlos más al mar y corren el riesgo de ahogarse; sin embargo, en las playas con poco oleaje los desniveles de la arena pueden variar y causar que caigan en algún socavón.

La gran afluencia de personas es factor para que los niños se pierdan fácilmente, se confundan del lugar donde están sus padres o vayan detrás de algo que les llamó la atención. 

Recomendaciones

“Antes de venir a la playa hablo con él para decirle que no se aleje de mí, que esté pendiente de donde estoy y me localice en todo momento; también evito que esté mucho tiempo en el sol, le doy líquidos en abundancia, le pongo protector solar, y cuando llegamos a la casa lo baño con agua calientita”, comentó Marisol Barrera, madre de familia. 

Los pediatras recomiendan aplicar a los niños bloqueador hipoalergénico dos horas antes de exponerse al sol, hidratarlos, no exponerlos al sol entre las 11 y las 16 horas, ponerles gorra, ropa de protección y gafas de sol adecuadas.