Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Con más de 35 mil habitaciones, Cancún se posiciona en el interés del turismo de alto poder adquisitivo que deja una derrama de cuatro mil dólares por pareja en una semana, ello gracias a la llegada de marcas exclusivas al centro vacacional.

El Caribe mexicano tiene todo para dicho mercado, desde atractivos paseos en yates, helicópteros o renta de automóviles último modelo y sobre todo deportivos sin olvidar las limusinas, para que las personas disfruten del destino, y sobre todo hospedarse en hoteles gran turismo de lujo.

Los meses en los que se registra mayor comercialización de automóviles de renta de lujo es en otoño cuando hay menor ocupación.

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“La relación que ha tenido en los últimos años el destino con marcas de lujo en el mundo, lo pone en la mira del turismo de alto poder adquisitivo”, señala la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC). 

Imágenes de Cancún y sus tesoros del Caribe han salido en exclusivos catálogos de marcas de lujo, y este año se tiene relación, el destino se promociona en los de Rolls Royce, Hublot, Land Rover, Viajes Palacio de Hierro y Ultrafemme, principalmente para el mercado asiático, británico, sudamericano y el nacional, destacó el entrevistado.

“Cada hotel tiene prácticas que lo distingue de otros como sello personal y el lujo es parte de ellas”, indicó Carlos Gosselin Maurel, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos (AHC). 

Un hotel de lujo no solo tiene amenidades de reconocidas marcas, sino que además ofrece servicios y ambiente de primer mundo a sus huéspedes. En el destino hay más de 900 cuartos de hotel bajo la categoría gran turismo y de lujo.

“Cancún vuelve a estar de moda entre las personas de alto poder adquisitivo, eso se ve en las inversiones hoteleras y residenciales para ese segmento”, comentó Francisco López Reyes, director de Turismo en Benito Juárez.

Puerto Cancún y Malecón Tajamar son dos lugares en los que hay desarrollos para personas de alto poder adquisitivo, ya sea para sus vacaciones o residencia permanente, como es el caso de las personas de la tercera edad que adquieren propiedades que ocupan alrededor de seis meses al año.