Amaury Rodríguez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.-  En tres años se ha impedido la contaminación de 45 millones 400 mil litros de agua dulce de los mantos freáticos por la filtración de componentes tóxicos que generan las pilas alcalinas oxidadas y desintegradas de la basura doméstica, de acuerdo con Lorena Flores Dzul, directora de Protección y Gestión Ambiental.

“Es difícil determinar qué cenotes se han visto beneficiados a partir de que la gente ya no tira en la basura las pilas que sueltan compuestos químicos que afectan a los seres vivos que hay en un cenote, pero es de suma importancia cambiar la mentalidad de las personas en cómo tirar la basura para salvar la vida de nuestro planeta”, dijo la bióloga.

Cuatro mil 540 kilos de pilas alcalinas recolectadas en 32 meses por 22 mil 925 personas en los municipios de Benito Juárez y Puerto Morelos arrojan como resultado que en promedio se juntaron 4.73 kilos de pilas alcalinas por día. Una pila contamina 10 mil litros de agua dulce, de acuerdo con la dependencia.

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“Las pilas desechadas en la basura cuando entran en  contacto con la tierra y la humedad, liberan sus componentes químicos que se acumulan en el suelo, contaminándolo. El manganeso, en forma de dióxido, también es utilizado en la fabricación de pila, por lo que es otro contaminante más de los suelos. Elementos que al ser arrastrados por lixiviación, contaminan los mantos freáticos”, de acuerdo con Héctor Hugo Figueroa Tapia, doctor de la UNAM especialista en impacto ambiental.

Análisis químicos de la UNAM han mostrado que éstas son las responsables de 93% de mercurio, de 47% de zinc, de 48% de cadmio  y de 22% de níquel presente en la basura doméstica.

En el hombre y en animales de experimentación se ha señalado su papel en la inducción de efectos mutagénicos, alteraciones teratogénicas (agente físico u organismo capaz de provocar un defecto congénito durante la gestación del feto), así como el de ser potenciales cancerígenos.

Estudios han demostrado que el consumo frecuente de agua o alimentos contaminados con elementos como el manganeso, cadmio, níquel o mercurio, ocasionan diversas afecciones en vías respiratorias, digestivas, excretoras, inmunológicas y neurológicas.