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Ender Córdova afirma que los desarrollos inmobiliarios incurren en delitos de daños de flora y fauna, y cambio de uso de suelo. (Licety Díaz/SIPSE)
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Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La construcción de plaza Azuna, y el desarrollo Ynfinity, que se levanta a un costado del malecón Tajamar, fue denunciada ante la Procuraduría General de la República por construirse en zona de humedal y manglar, que incluso está retoñando, dijo Katherine Ender Córdova, representante de “Guardianes del manglar Cancún”. 

“La obra tiene que detenerse porque no cuenta con los permisos correspondientes por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales”, aseguró.

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“El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) quedó absuelto de los hechos de enero de 2016, por lo que agotamos en el recurso de revisión y amparo, en base de las omisiones de las autoridades ambientales en las que han incurrido”, afirmó.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no implementó los sellos de suspensión en el inmueble Tajamar, ante la demanda de suspensión en toda el área por cambio de uso de suelo y cualquier actividad dentro del predio, esto permitió que estas dos desarrolladoras reactivaran su construcción, explicó.

Afirmó que la semana pasada, la PGR realizó una inspección por la demanda y corroboraron que dentro del inmueble hay mangle, y a pesar de eso continúan trabajando, “es un proyecto ilegal, pero es permitido por las autoridades ambientales”.

Incurren en los delitos de daños a la flora y fauna, así como la violación del cambio de uso de suelo, porque los inmobiliarios no quieren ceder ante el avance de la infraestructura Ynfinity, pues Azuna ya la culminaron.

En ambos desarrollos se puede apreciar un avance de brote de mangle rojo y de botoncillo, que no pueden destruir al ser una especie sujeta a protección especial.

En el malecón Tajamar hay recuperación de 70% del manglar, desde 15 centímetros a dos metros de altura, el negro (que se da en la selva baja) fue el más dañado, no se ha podido recuperar porque es más difícil su desarrollo, por lo que se tiene que reforestar.

Los biólogos, tras los hechos del desmonte en enero de 2016 en Tajamar, determinaron que se necesitan de 10 a 30 años para que una recuperación total de los manglares, pero a casi un año de los sucesos, hay un paso de avance.

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