Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El síndrome de fatiga crónica afecta a uno de cada 10 universitarios, de acuerdo con un estudio de la psicóloga Norma Coffin Cabrera.

Son los estudiantes de las carreras de medicina y profesionales dedicados al área de la salud quienes presentan fatiga crónica de manera física y mental, y puede llegar a ser incapacitante, pues no se recupera con el descanso o más horas de sueño. 

En una muestra de casi 250 estudiantes elegidos en la zona centro, norte, sur del país, se encontró que los universitarios son propensos a este síndrome, afectando directamente al desempeño escolar.

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La fundación para la Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, reportó que alrededor de dos tercios de los casos se desencadenan por una infección viral evidente, incluyendo meningitis viral, hepatitis viral, y aunque con menor frecuencia, infecciones por bacterias u otros organismos o algunas alteraciones a nivel cerebral,  por lo que actualmente el tratamiento es con antivirales o antidepresivos.

“Es frecuente que los enfermos relaten problemas gastrointestinales, intolerancia al frío, adenopatías dolorosas, y sudoración profusa de predominio nocturno. El trastorno del sueño forma parte de los criterios menores del síndrome y la mayoría de enfermos refieren un sueño no reparador”, comentó.

De acuerdo con Martín Herrera Cornejo, especialista en medicina interna en la Secretaría de Salud, el síndrome dura más de seis meses y es más frecuente en hombres entre los 25 y 50 años, aunque también ocurre en mujeres.  

Los enfermos presentan una gran dificultad en su recuperación tras esfuerzos mínimos, siendo ésta una de las características diferenciales con otros estados de fatiga anormal. Esta característica debe tenerse en cuenta al sugerir un programa de actividad física.

Otra característica es que la persona duerme y no recupera energía, pues interfiere con las actividades físicas e intelectuales de la persona.

Debido a que se desconoce el origen de esta enfermedad, investigadores de los Institutos y hospitales de la Secretaría de Salud realizan estudios para identificar su origen.

Además de cansancio y agotamiento inexplicable, se tienen trastornos del ritmo y cantidad de sueño, falta de concentración y atención, desorientación espacial, , colon irritable, hay dolor en articulaciones, enrojecimiento, en cuello y axilar, dolores en el tórax, rodillas y codos; frecuencia urinaria aumentada con o sin disfunciones en la vejiga, palpitaciones con o sin arritmias cardíacas, hay falta y exceso de apetito.