Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Escuelas de un total de 19 comunidades rurales con más de dos mil 500 estudiantes, de los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar, continúan sin clases, a pesar de que en el resto del Estado se ha normalizado las actividades escolares, confirmó la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC).

De acuerdo con datos de la dependencia estatal, las comunidades que tienen problemas para reanudar labores por cortes de carreteras, inundaciones y caída de puentes son Nicolás Bravo (inundada), Morocoy, Nuevo Bécar, San Pedro Peralta, La Libertad, Lázaro Cárdenas (labores parciales), Nuevo Caanán, Veracruz, Cedral, California, Cinco de Mayo y Miguel Alemán; este último en el municipio de Bacalar.

En esas comunidades estudian un total de dos mil 524 alumnos. Los de mayor relevancia son Nicolás Bravo con mil 27 estudiantes; Morocoy, con 368; San Pedro Peralta, con 235 y Nuevo Bécar, con 186 niños y niñas, esto, de acuerdo con dato del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

A dichas comunidades se suman también Ojo de Agua, Los Ángeles, Cibalito, Manuel Crescencio Rejón, Plan de Ayala, Felipe Ángeles y Dos Lagunas, ubicadas en la zona limítrofe con Campeche, en donde no se tiene un estimado de alumnos afectados, ya que los poblados no fueron incluidos en el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Al respecto, el titular de la SEyC, José Alberto Alonso Ovando, dijo que en la mayor parte del Estado las clases se desarrollan de manera habitual. En el caso específico de las comunidades rurales en la zona sur se debe a que los maestros tienen problemas para llegar a los planteles.

“Las escuelas se hicieron, en su momento, en los terrenos menos indicados. Durante el temporal hubo encharcamientos, pero hoy ya están prácticamente secas. Hay algunas donde los maestros están tardando en llegar, sobre todo donde hay cortes carreteros”, insistió el funcionario.

Finalmente, destacó que las lluvias no provocaron daños en la infraestructura de las escuelas, las cuales, están construidas y  reforzadas para aguantar fenómenos hidrometeorológicos.