Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La producción de carbón vegetal se está convirtiendo en una verdadera alternativa económica para los habitantes de las comunidades rurales del municipio de Bacalar, ante la insuficiencia productiva de los cultivos de maíz y frijol, de los últimos años.

Solamente limitados por los permisos que expiden autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en comunidades rurales como Nuevo Tabasco, Reforma y Miguel Hidalgo, entre otros, las familias aprovechan los troncos caídos para producir carbón, para lo cual utilizan enormes hornos con capacidad para dos toneladas cada uno, donde permanecen los troncos por espacio de siete días, para que se consuman día y noche.

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Posteriormente, esperan un tiempo aproximado de cinco días para que el carbón se enfríe y se pueda embolsar, para finalmente ser transportado por una empresa carbonera de la Ciudad de México, quien adquiere la totalidad del producto, que se estima en alrededor de 20 toneladas por cada productor.

Tan sólo en la comunidad de Miguel Hidalgo, son 15 familias que se dedican a esta actividad, que generan alrededor de 300 toneladas al mes, a razón de 1.20 pesos el kilogramo.

Mario Perera Maza, habitante de la comunidad de Miguel Hidalgo, cuenta con tres enormes hornos, donde produce 20 toneladas al mes, en total. Para poder realizar esta actividad, tuvieron que pagar un Estudio de Explotación Forestal, que les permitirá aprovechar de manera sustentable, los recursos forestales que tiró a su paso el huracán “Dean” hace ocho años.