Crecimiento del "Todo Incluido" provocaría decadencia de Cancún

La empresa Marketing Consultants documentó el comportamiento del gasto promedio de los turistas que visitan este destino, el cuál ha ido disminuyendo conforme pasa el tiempo.

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Hoy los hoteles en Cancún tienen que regalar los alimentos cobrando las mismas tarifas que hace más de 10 años. (SIPSE)
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Agencias
CANCÚN, Q.Roo.- De continuar las actuales tendencias de crecimiento del sistema de hospedaje Todo Incluido, en el futuro cercano “crecerá la imagen de decadencia y deterioro del espacio turístico que ya muestra Cancún”. Esta evolución, además de dañar a todos los prestadores de servicios en el destino, finalmente terminará afectando a los hoteleros, incluidos aquellos que operan bajo dicho concepto, según publica El Economista en su página web. 
 
Esta es una de las conclusiones a la que llegó Marketing Consultants tras documentar, desde 1998, el comportamiento del gasto promedio del turista que visita Cancún. Mientras entre el 2006 y el 2008 la derrama económica era de 550 dólares por grupo de visitantes de 2.7 personas (parámetro de medición de la firma), en el 2010 esta cifra se ubicó en 378 dólares y para el 2011 se contrajo hasta 300.
 
Rafael Aguirre Gómez, fundador de Mera Corporation, operadora de más de 50 restaurantes en los aeropuertos de Cancún, Toluca y Guadalajara, aporta también cifras que coinciden con el estudio de la firma.
 
“Basado en el ingreso del 2000, cuando éramos 400 mil habitantes en Cancún, una pareja gastaba casi 800 dólares por estancia; para el 2010 erogaron menos de 400 dólares, pero ya somos una ciudad de más de 700 mil habitantes. No es algo que yo lo diga, los números se caen en más de 50% en gasto por pareja y en más de 70% si hablamos de gasto per cápita del turista”.
 
A finales del 2012, Aguirre Gómez realizó una exposición gráfica sobre el comportamiento del ingreso turístico a solicitud de la firma PricewaterhouseCoopers, que convocó a hoteleros, restauranteros, prestadores de servicios y autoridades para dialogar sobre los retos que impone la modalidad Todo Incluido en Cancún y la Riviera Maya.
 
“Yo les sugerí hacer un pacto por Cancún. Los hoteleros lo vieron con mucho agrado, yo les comenté que no éramos tontos, no les podemos desear que les vaya mal a ellos, entre más turistas tengan, más posibilidad tenemos nosotros los restauranteros de vender”.
 
Aguirre Gómez asegura que los propios hoteleros reconocieron que, en por lo menos los últimos 20 años, las tarifas no aumentaron prácticamente nada, “con la única diferencia de que hoy los hoteles tienen que regalar los alimentos y las bebidas, cobrando lo mismo que en 1990”.
 
A final de cuentas, añade, “muchos hoteleros están metidos en ese sistema por necesidad, porque hemos permitido que otros inversionistas extranjeros vengan a hacer lo que en sus países no les permiten”, con un modelo de hotelería que está demostrado que no beneficia al destino y termina afectando a los hoteles que operan bajo este esquema.
 
Marketing Consultants lo resume así: “Un hotel Todo Incluido en un destino deteriorado, operará sólo como un commodity; es decir, como un conjunto de facilidades replicables en cualquier otra parte.

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