Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dictaminó que es responsabilidad del estado y el Ayuntamiento de Othón P. Blanco atender y resolver la situación que prevalece en el tiradero municipal, tras una inspección ocular que realizó la dependencia federal el pasado lunes.

De acuerdo con la delgada federal, Ludivina Menchaca Castellanos, mediante un recorrido de campo al sitio de disposición de residuos sólidos municipales operado por el Ayuntamiento de Othón P. Blanco, se observó que la disposición de residuos sólidos urbanos está fuera del sitio controlado, a orillas del camino y sobre vegetación perturbada, aunque no hay afectación evidente de ecosistemas de competencia federal.

“Otra posible afectación por olores, favorecida por los vientos dominantes, a fraccionamientos muy cercanos ubicados al sur del sitio de disposición, pero no es competencia de la federación, sino del estado y el Ayuntamiento, de acuerdo a lo que marca la Ley”, expresó

La General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en su artículo 7, fracción VI, establece que es competencia del estado regular los sistemas de recolección, transporte, almacenamiento, manejo de tratamiento y disposición final de los residuos.

En el artículo 8 fracción VI instituye que es competencia municipal la aplicación de las disposiciones jurídicas relativas a la prevención y control de los efectos sobre el ambiente ocasionados por la generación, transporte, almacenamiento, manejo, tratamiento y disposición final de los residuos. Por afectaciones, marca que el ayuntamiento debe tomar prevenciones y control de la contaminación por olores perjudiciales para el equilibrio ecológico.

Pero además, en el artículo 9 fracción VIII de la misma ley queda establecido que es competencia del estado la prevención de la contaminación de sitios con residuos sólidos municipales o urbanos. En el artículo 10 dice que es competencia municipal, el manejo integral de residuos sólidos urbanos, que incluye recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos.

En su oportunidad la directora de Ecología, Gabriela Santana Duarte, reconoció que la vida útil del relleno sanitario terminó y se convirtió en un tiradero a cielo abierto municipal y analizaban algunas opciones de solución como la posible clausura del sitio, la construcción de otra celda emergente o la posible concesión del lugar.

Declaración con la que coincidieron la presidenta de la comisión de Salud en el cabildo municipal, Mayuli Martínez Simón y el presidente de la comisión de Turismo y Medio Ambiente, José Hadad Estefano, quienes solicitaron un informe por memorizado de la situación que guarda el tiradero.