Antonio Anaya/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Lo mismo en los accesos al Mercado 28 que en los pasillos y locales, una sola cosa es muy notoria: no hay turistas. Mientras se miran unos a otros, Martha Pérez López, encargada de una joyería, y Mariana Rodríguez Jiménez, quien está al frente de una tienda de artesanías, así como Enrique Angulo Ramírez, taxista, concuerdan en que a pesar de la promoción el turismo es muy poco.

Muchos visitantes arriban por autobús desde la zona hotelera, pero la mayoría se van a las plazas comerciales sin tomar en consideración la existencia del antiguo mercado, que languidece ante el nulo consumo de sus productos.

En un rápido cálculo, Pérez López señala que apenas tres viajeros por cada autobús que llega, optan por curiosear en el mercado mientras el resto se decide por acudir a las plazas comerciales donde incluso, les ofrecen algún show.

Por su parte, el taxista ve una temporada baja muy pronunciada que lo deja sin los ingresos acostumbrados para llevar lo necesario a su familia, situación que le genera un estrés adicional a la propia del trabajo.

Considera que si bien la promoción turística está dando resultados positivos, lo cual se demuestra con la ocupación hotelera, hace falta algún incentivo en la zona centro para hacer que más viajeros salgan de sus habitaciones y entren a la ciudad.

Esta percepción coincide con las comerciantes, quienes estiman necesaria una mayor injerencia de todos los involucrados en el sector turístico para mejorar la situación del Mercado 28, incluidos transportistas, autoridades y hasta hoteleros.

Recordaron el caso del mercado Ki Huic, cuya supervivencia ha sido milagrosa, con muchos locales vacíos, paredes grafiteadas, y ahora hay muchas personas interesadas en la adquisición de un espacio en dicho lugar al que auguran un pronto éxito.