Según versiones de vecinos, no es la primera ocasión que las luces del campo de futbol se mantienen prendidas durante las 24 horas; pese al exhorto a la dirección de Servicios Públicos Municipales para que acuda personal a apagarlas debidamente, la respuesta ha sido nula.

 

Aunque el consumo de energía eléctrica no recae en los recibos bimestrales que recibe cada vivienda del área, la preocupación persiste ya que alguien pagará por ello, si bien pudiera evitarse ya que no es necesario que se queden prendidas durante el día.

 

José Santiago, mencionó que los días programados para la realización de partidos de futbol entre las 17y 19 horas, las luces evitan la llegada de pandilleros o personas alcoholizadas con fines de perturbar el ambiente social que se desarrolla.

 

Micaela Anguiano, madre de dos menores (6 y 8 años), recordó que el llamado se ha realizado no sólo a dicha dependencia municipal, sino a recolectores de basura, policías municipales y estatales, jefes de colonia, pero nadie hasta el momento ha logrado que las luces se usen adecuadamente.

 

La cultura del ahorro en el consumo de energía eléctrica se ha posicionado aún más en la capital; con el uso de nuevas tecnologías, aplicados a aparatos eléctricos, se logra reducir hasta en un 50 por ciento. La preocupación, por ejemplo, la ha externado el Fideicomiso para el Ahorro de Energía (Fide), que busca la aplicación no sólo en los hogares, comercios, sino en el alumbrado público.

 

De nada serviría, finalmente, si la operatividad no se realiza en la forma adecuada, el ahorro no se vería reflejado al término de un periodo de tiempo, pues continúa el desperdicio.