Eva Murillo/ SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El tiempo de vida que un pequeño negocio tiene en Cancún es de año y medio, al no lograr superar la falta de capacitación de los propietarios que, en su mayoría, ven los cursos de actualización que ofrecen las dependencias como una pérdida de tiempo, dijo la directora de Desarrollo Económico Municipal en Benito Juárez, Martha Rodríguez Rodríguez.

Recién concluyeron cursos de capacitación en donde se impartieron cursos sobre ventas, mercadotecnia, como hacer tu negocio e incluso como pasarle a tus hijos el negocio, pues han detectado que cuando los padres traspasan una microempresa robustecida a sus herederos, estos llevan a la quiebra en poco tiempo por desconocer el manejo de ésta.

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Para que un negocio sobreviva, el dueño debe verse como un empresario pero son muy pocos quienes se asumen en ese papel, sobre todo porque la cultura no es empresarial sino de necesidad.

“La mayoría de quienes ponen un negocio no lo hace porque tenga la vocación empresarial, lo pone porque lo necesita sin siquiera saber sobre eso y los gastos de insumos, renta, sueldos entre otros los hacen quebrar porque no cuentan con recursos guardados para sobrevivir mientras el negocio se consolida”.

Plazas comerciales

Ante ese panorama y para que no se queden peor que antes de que abrieran la pequeña empresa, pues muchos recurren a préstamos bancarios, los invitan a capacitarse en las nuevas herramientas de venta y promoción que existen, pero son pocos los que asisten.

En Cancún hay zonas que se han intentado revivir comercialmente, hasta ahora, sin éxito, como es el caso de la avenida Yaxchilán y avenidaTulum así como locales ubicados en pequeñas plazas comerciales, lo que contrasta con el auge que presenta avenida Las Torres que ya se convirtió en un corredor de negocios de todos los giros.

La actual administración municipal organizó una red de negocios para vincular a los productores locales con el sector turístico para que puedan comercializar sus productos.

El camino no es fácil, pues deben competir con ideas malinchistas, con la práctica de importar la mayoría de los insumos de la industria hotelera y restaurantera, obstáculos que podrán sortear con calidad, precio y cumpliendo los compromisos adquiridos.

La red de negocios será en unas semanas y se espera que 90 empresas asistan para que 10 jefes de compra conozcan lo que les ofrecen y logren acuerdos comerciales.