Carlos Calzado/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.-  El servicio de arrastre de vehículos en Solidaridad es denunciado constantemente por particulares y empresas aseguradores quienes advierten que se aplican tarifas que exceden exponencialmente las establecidas por la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) y que se aplican sin respeto al Reglamento de Tránsito local.

Son cuatro empresas autorizadas por el Ayuntamiento para operar en su jurisdicción: Figueroa Grúas, Grúas del Carmen, Grúas Riviera y PECA, todas ellas funcionan con base en un rol de servicios que emite el municipio a través de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito.  De todas la más señalada por exceso en los cobros, robo de autopartes y automóviles, es la empresa PECA VIAL S.A. de C.V., que la gente identifica como Grúas Cardona.

Violaciones al Reglamento

El artículo 204 del Reglamento de Tránsito local dice: “Los gastos que ocasione el arrastre serán a cargo del infractor, de acuerdo con la tarifa que al efecto expida el Honorable Ayuntamiento. El pago del arrastre solo se podrá realizar en las cajas de la Tesorería Municipal independientemente de que el servicio lo realice una grúa particular autorizada por la Dirección de Tránsito”.

Pero el Ayuntamiento no cobra. Las tarifas deben ser puestas por el Ayuntamiento, como lo establece la Ley de Ingresos de los Municipios y hasta obliga sólo a algunos prestadores de servicios a tener a la vista esas tarifas, las cuales son las mismas a detalle que expide la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a través del Reglamento del Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares (RAFSA).  Sin embargo esto no ocurre, cada empresa fija su propio tarifario y lo aplica a conveniencia.

Aseguradoras las más perjudicadas

Wilbert Cambranis Medina, coordinador de siniestros de la empresa aseguradora Quálitas, señaló como excesivo el cobro que las empresas de grúas les hacen y subrayó que al tratarse de aseguradoras es mucho mayor el abuso debido a la situación en la que quedan las aseguradoras pues reciben la presión de sus clientes quienes ya pagaron por un servicio y requieren que sus vehículos se les reintegren a la brevedad.  Han tenido que pagar hasta 80 mil pesos por el servicio a un vehículo.