Hacen de la fe un jugoso negocio en Quintana Roo

El avance de las sectas es notorio, sobre todo en zonas con mayor índice de pobreza; superan en número, en varios lugares, a planteles educativos.

|
Con un sólo registro, varios templos pueden ofrecer sus servicios religiosos, pero no necesariamente reportan al fisco esa actividad, pues en sus fachadas exhiben un número de AR (Asociación Religiosa), que se repetirá en tantas iglesias como sean capaces de construir. (Francisco Sansores/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

 

Ernesto Neveu/SISPE
CHETUMAL, Q. Roo.- Por la necesidad de la gente de buscar en qué creer, la proliferación de iglesias de diferente denominación y la batalla que libra el catolicismo por no perder la hegemonía en el mundo doctrinal, la fe ha llegado a convertirse en un “jugoso” negocio, en un extremo y otro de las creencias, si bien todavía queda reminiscencia del verdadero evangelio de Jesucristo y de quienes, sin percibir beneficio alguno, entregan su vida a esta tarea.
 
De acuerdo con información registrada en la Secretaría de Gobernación, Quintana Roo contaba con apenas 42 asociaciones religiosas al 23 de noviembre de este año, mientras que la Secretaría de Gobierno estatal suma mil 26 agrupaciones y asociaciones en la entidad, incluidas 182 católicas. Solamente los bautistas cuentan con 252 de estas organizaciones.
 
Predominan los templos evangélicos, si bien el número de adeptos sigue siendo muy superior para la Iglesia Católica.
 
De acuerdo con el Censo de Población 2010 practicado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), el 63 por ciento de la población profesa la religión católica, es decir, 835 mil 114 cristianos viven en Quintana Roo, cuya población total era entonces de un millón 325 mil 578 habitantes.
 
Pero el porcentaje de católicos cayó en comparación al año 2000, cuando el 73 por ciento de los quintanarroenses abrazaba esta religión.  
 
“Para abrir un templo es necesario registrarlo ante el gobierno. Es una Asociación Religiosa (AR), como lo tienen las iglesias católicas, porque cumplen una función legal ante las secretarías de Gobernación y de Hacienda. Como cualquier negocio, tienen que declarar, hacer muchas cosas y nadie quiere; como en los comercios de otros giros, declarar tantas cosas, y entonces no todos los templos son registrados”, comentó el teólogo y pastor de la Iglesia Bautista Abraham Morales Romero.
 
Así, con un sólo registro, varios templos pueden ofrecer sus servicios religiosos, pero sin reportar al fisco por esa actividad, pues en sus fachadas exhiben un número de AR, que se repetirá tantas veces como lleguen a ser capaces de construir iglesias.
 
Bajo esta práctica, que poco tiene que ver con honestidad y rectitud, la Secretaría de Gobernación cuenta apenas con un padrón de Asociaciones Religiosas mal integrado y, en consecuencia, la Secretaría de Hacienda no cuenta con una base de datos confiable que le reporte la realidad tributaria de estos giros.
 
“Pero aún así, gracias a que en la Constitución está plasmada la libertad de culto, no nos pueden cerrar. Aunque frente a Hacienda estemos ilegales, no hay manera de que nos cierren los templos. 
 
Además, los bienes que hay en las iglesias son pormedio de donaciones en su gran mayoría y son cosas que no tienes que comprobar. Funcionan como asociaciones civiles. En una propiedad firman tres o cuatro; en otras cosas hacen lo mismo y así es como se maneja”, recalcó el teólogo. 
 
Otro fenómeno digno de comentar, es que las iglesias no católicas proliferan, crecen y se consolidad en zonas de notoria pobreza o en colonias populares de las ciudades en proceso de crecimiento. 
 
“Tuve oportunidad de contar ocho templos protestantes contra dos escuelas de nivel básico en las colonias Colosio y 16 de Septiembre de Bacalar”, comentó.
 
Estas iglesias no católicas comenzaron a funcionar en jacales y sus adeptos terminaron por comprar ese predio, y quizás hasta el terreno vecino para edificar, primero el púlpito y el altar, luego la barda perimetral, y al final la nave del inmueble.
 
“La necesidad del hombre desde un principio, desde la creación, siempre ha sido la de tener un Dios. Debido a esa iniciativa propia del ser humano, al paso de los años y de las diferentes culturas, por ejemplo, los mayas tenían dioses para casi todo, hoy día la gente que tiene menos recursos es la que más busca la presencia de Dios, que proveeráde muchas cosas para satisfacer sus necesidades tanto económicas, como físicas, lo mismo pasa con los enfermos, son gente más apta, más dispuesta y se impregna más rápido de un evangelio en busca de una fe, como respuesta a su necesidad espiritual”, dijo Morales Romero.
 
“Pero, aún sin querer llamarlo de ese modo, todas las iglesias son un gran negocio para muchos. Sobre la católica hemos leído la manera en que el papado ha manejado su poder religioso para consumar una enorme riqueza”, dijo. 
 
El Vaticano, en la actualidad, es un estado rico, percibe el diezmo de todas las iglesias cristianas esparcidas por el mundo y cuenta con empresas tan conocidas como la aerolínea internacional Alitalia, la armadora de automóviles Lancia, la trasnacional ensambladora de equipos electrónicos RCA Víctor o la fabricante de equipos para oficina y artículos diversos Olivetti.
 
Además, es el propietario además de varios bancos italianos y accionista de consorcios gigantescos como la General Electric, General Motors, Fiat, Shell, Beretta y el Casino de Montercarlo, sólo por mencionar algunas inversiones millonarias.

Lo más leído

skeleton





skeleton