Juan Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Habitantes de la ribera del río Hondo, piden redoblar la seguridad ya que con la llegada de los cortadores de caña que vienen del Estado de Chiapas y otros estados se incrementan los incidentes.

Griselda González Estrada, cada inicio de zafra la preocupación se incrementa ya que entre el grupo de cortadores siempre se introducen personas con historial delictivo y por ello constantemente se generan problemas en las calles y albergues.

“Llegan muchos cortadores que realmente vienen a ganarse la vida en el corte, pero hay quienes traen otras intenciones como ya ha pasado en años anteriores, incluso, los comisionados de zafra deben evitar la contratación de extranjeros que cruzan por el río y evitar que vengan a cometer delitos y otra vez se regresen a su país o estado”.

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Hace tres años, en la comunidad de Rovirosa, fue asesinado un joven de 21 años a machetazos por tres personas de nacionalidad beliceña, así como un productor de caña que también fue privado de la vida por un jornalero de nacionalidad salvadoreña, e incluso en la comunidad de san Francisco Botes, tres beliceños se lesionaron entre ellos cuando se encontraban en estado de ebriedad.

Mercedes Aguilar Mejía, maestra en la comunidad de Rovirosa, precisó que la seguridad debe ser una prioridad en todos lados, pero considerando el numero de foráneos que llegan a las comunidades de la ribera del río Hondo en temporada de zafra, es necesario que se refuerce la vigilancia, pero no solo esporádicamente con patrullajes, sino con presencia permanente de los elementos.

“Los responsables de la contratación de los jornaleros deben de fijarse muy bien de qué población están trayendo al personal y que los identifiquen para sepan dónde encontrarlos por cualquier incidente”.

Trabajo coordinado 

Las entrevistadas coincidieron al manifestar que el trabajo de vigilancia en las comunidades debe ser tanto de la Policía Estatal Preventiva, como de la Policía Municipal, e incluso, de elementos de Migración o el Ejército considerando cruzar el río cuesta un dólar.