Alejandro García/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Tanto en redes sociales como físicamente un grupo de personas se ha manifestado en contra de la venta o invasión de Playa Delfines, galardonada con el distintivo Blue Flag, luego de que una cadena hotelera inició las obras de su nuevo hotel, Gran Solaris Cancún; sin embargo, esto ha sido aclarado tanto por el consorcio, como por autoridades municipales.

De acuerdo con Diario Oficial de la Federación (DOF) Tomo DCCVI número 20, publicado el viernes 27 de julio de 2012, “se destina al servicio del Municipio de Benito Juárez, la superficie de seis mil 972.73 metros cuadrados de zona federal marítimo terrestre, ubicada en Playa Delfines, manzana 53, lotes 56, 56 H, 56 I y 56 K, Zona Hotelera, localidad de Cancún, Municipio de Benito Juárez, Estado de Quintana Roo, con objeto de que la utilice para playa pública”.

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Mientras que la ubicación del proyecto hotel Gran Solaris Cancún es, de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), en Supermanzana 00B, Manzana 53, Lote 52-01, Zona Hotelera y comprende un predio de 18 mil 844.31 metros cuadrados, a un costado de Playa Delfines.

En noviembre de 2005, el Fonatur ofertó públicamente un grupo de cinco lotes; dos de ellos, con uso de suelo hotelero, en una superficie de 32 mil 853 metros cuadrados; otro par, con uso de suelo para club de playa en 13 mil 039 metros cuadrados de superficie, y uno más, con vocación comercial en tres mil 581 metros cuadrados.

Uno de esos predios fue adquirido por la cadena hotelera y desde entonces fue delimitado.

Los otros cuatro los compró la empresa Bi&Di, para la construcción de lo que entonces sería el proyecto “La Herradura”.

Todos se localizan en la zona que abarca Playa Delfines (a los costados) y a un lado de la zona arqueológica de “El Rey”, del lado de la laguna.

La compra-venta de los terrenos se hizo cuando John McCarthy Sandall fungía como director del Fonatur; Rodolfo Elizondo, encabezaba la Secretaría de Turismo (Sectur); gobernaba en Quintana Roo, Félix González Canto, actual senador; y Francisco Alor Quezada, era presidente municipal de Benito Juárez.

Para poner fin al pleito jurídico que enfrentó durante años, el Fonatur, permutó a Bi&Di los predios localizados en la zona hotelera de Cancún, donde la empresa italiana pretendía construir el proyecto “La Herradura”, por seis terrenos en Malecón Tajamar. El predio adquirido para la construcción del hotel Gran Solaris fue totalmente independiente a esta situación.