Iglesia Católica: Debemos tomar el timón de nuestras vidas

Monseñor pidió a los feligreses reconciliarse con Dios, en el tercer domingo de Cuaresma.

|
Alrededor de 800 feligreses escucharon a Pedro Pablo Elizondo Cárdenas. (Tomás Álvarez/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, invitó a la feligresía en su tercer domingo de Cuaresma, a reconciliarse con Dios y vivir en espiritualidad. “No podemos dejarlo para mañana, debemos tomar el timón de nuestras vidas”.

En la Catedral con aproximadamente 800 feligreses reunidos para escuchar su palabra, monseñor continuaba pidiendo que hicieran reflexión de sus actos, “a pesar del mundo material, cada persona debe encontrarse a solas para su reflexión y escuchar la invitación de Dios a reconciliarse”.

Un padre de familia de aproximadamente 35 años de edad, mantenía en sus brazos a su pequeña de apenas un año. Escuchaba a monseñor y cerrando los ojos, abrazaba con amor a su hija. Ella tenía un aparato ortopédico en sus piernas. Este aparato mantenía las piernas completamente abiertas de la niña. Su hermanita le llamaba Laura.

La menor dormía en el regazo de su padre que con ternura, le ayudaba a soportar el doloroso tratamiento. Para él no importaba no haber alcanzado lugar en las bancas al interior de la Catedral, se dispuso a buscar en las palapas y junto a un árbol tuvo un espacio para su familia. Celebraba con ánimo y cantaba las alabanzas. Un día especial, era el día de la familia.

Para Elizondo Cárdenas, Benedicto XVI había dejado un gran mensaje. Dejar a Cristo  en el centro como el más importante. “No hagamos conjeturas, renunció porque cumplió su ciclo. Benedicto era un simple peregrino, humilde y amante de Jesucristo”. Pidió a los católicos que poner a Jesucristo en el centro de sus vidas y en su corazón.

Dijo que la Iglesia no es una institución construida ni calculada. En la Iglesia vive el corazón de Jesucristo, quien guía el camino, sobre todo en los momentos más difíciles donde este resulta engañoso, concluyó.

Lo más leído

skeleton





skeleton