Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Totalmente en la oscuridad un grupo de 15 personas luchan por conseguir sus sueños de concluir sus estudios. Raúl Briceño May, ciego desde hace 10 años, concluyó el pasado 17 de enero el nivel de medio superior, y desde hace un año funge como asesor de un programa del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos en Chetumal.

En un espacio del Centro de Rehabilitación Integral de Quintana Roo actualmente, atiende a siete personas que buscan terminar la primaria, cuatro en secundaria, dos que acuden para asesorías de nivel medio superior y otros dos en nivel licenciatura.

“No siento justo para mí manejar el egoísmo, muchos presumen tener un título, pero para qué si lo guardan en un cajón o lo cuelgan en una pared y ahí se quedan. Yo tengo un documento que dice que estoy preparado en educación especial y quiero enseñarles a los demás lo que sé, porque si no tendría razón seguir aprendiendo si lo guardo solo para mí”, comenta mientras prepara la regleta (instrumento para escribir en Braille).

El sistema Braille formado por la regleta y punzón permite escribir en un lenguaje de seis puntos, que dependiendo de su ubicación representa alguna letra, número o signo de puntuación, incluso permite definir mayúsculas. En él, las personas ciegas han contado con una herramienta para leer, escribir, componer o dedicarse a otras actividades, pero sobre todo, les ha permitido como en el caso del grupo atendido por Raúl, seguir estudiando.