Imploran alimento como regalo de Navidad en Othón P. Blanco

Las comunidades marginadas del municipio carecen de apoyo en el suministro del alimento; el 5.3 por ciento de los othonenses vive en la pobreza extrema.

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Los padres de familia no cuentan con salarios fijos, ni siquiera el salario mínimo, sino sobreviven de la venta de sus hortalizas, artesanías o prestan servicios en el sector agrícola. (Enrique Mena/SIPSE)
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Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La falta de alimentos de la canasta básica es un problema que aqueja a los que tiene una calidad de vida menor, nombrada clase baja según los estándares que ha impuesto la misma sociedad. Los que viven en alguna de las 84 comunidades del municipio Othón P. Blanco, demuestran que la alimentación es vital para cinco mil niños y niñas, misma que no tienen y urge la ayuda comunitaria para ello, dio a conocer Joel Espinosa Moreno, delegado de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en Quintana Roo.
 
En Othón P. Blanco hay en promedio 250 mil habitantes; según cifras del Sistema Integral de Gobernanza Urbana (SIGU), son 48 mil niños y 46 mil 200 niñas que se encuentran entre cero y nueve años de edad; el 5.30 por ciento del total se encuentra en marginación alimentaria o pobreza extrema.
 
En esos casos, los padres de familia no cuentan con salarios fijos, ni siquiera el salario mínimo de 59.08 pesos, sino sobreviven de la venta de sus hortalizas, artesanías o prestan servicios en el sector agrícola.
 
La mayoría de las veces acuden a la capital para ofertarlos en alguna de las dos centrales de abasto, Ignacio Manuel Altamirano o Lázaro Cárdenas, o en la vía pública. El precio de sus productos esta por debajo del que ofertan los grandes supermercados. Como ejemplo, si un kilogramo de plátano se comercializa en 10 pesos, ellos lo ofrecen hasta en cinco pesos, un 50 por ciento menos.
 
Durante las fiestas decembrinas, según el delegado de la CDI, los paterfamilias de zonas indígenas no contarán con los recursos financieros para dar un regalo costoso, más bien se preocupan por dar alimento, para evitar desnutrición, y vivienda a los hijos.
 
No saben lo que es un regalo, algunos ni saben que es la navidad, sin embargo, la alegría y felicidad de la misma familia es lo que reciben, se preocupan por sus cultivos más que por una cena navideña, dijo.
 
El exhorto, es para las autoridades municipales y estatales para llevar hasta las zonas marginadas, no solo en comunidades rurales indígenas sino también en colonias populares de la capital, la conservación de fechas tradicionales y no solo como una más en el calendario.

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