Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El Estado de Quintana Roo cuenta con alta riqueza en los recursos hídricos, sin embargo, dentro de los retos que enfrenta se ubica la composición inadecuada de aguas residuales, lo que deriva en contaminación; el rezago de agua potable y saneamiento en algunas zonas de la entidad. 

Gabriela Mantilla Morales, subcoordinadora de Tratamiento de Aguas Residuales en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), describió durante su ponencia “Retos y oportunidades en el manejo del agua para uso urbano en la Península de Yucatán”, que la zona Sureste
posee la mayor riqueza hídrica para ser aprovechada en uso potable.

Control de aguas residuales: reto importante 

No obstante, a pesar de esta oportunidad, enfrenta retos importantes como la falta de coordinación total para las aguas residuales, ya que hay puntos en los que es posible hallar filtración en el manto freático, por lo tanto, se considera como factor importante de contaminación. 

A nivel nacional, el 2.3% de la población total se encuentra dispersa en 137 mil 515 pequeñas localidades de menos de 100 habitantes, Cancún concentra alguna de ellas, y en estos sitios es muy costoso dotar de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento.

Los costos del servicio se elevan en Quintana Roo 

En el caso de Quintana Roo, los costos del servicio se elevan por el tratamiento al alto contenido de sal de las aguas y la dureza de los elementos que posee.

Mantilla Morales detalló que aún hay campo por explotar, ya que en Isla Mujeres hay pozos que podrían ser usados para la potabilización, sin embargo, están sin uso, y con el paso del tiempo podrían sufrir salinización y quedarían inservibles. En la entidad, el 99% de las plantas se abastecen de aguas subterráneas.

"Área sin estrés"

Actualmente, en México hay disponibilidad media de agua potable y es en la parte de la Península de Yucatán en donde hay catálogo de “área sin estrés”, lo que quiere decir que no falta el vital líquido, en comparación con los Estados del norte de la República Mexicana, en donde el estrés es alto.

No obstante, hasta el momento no se han usado todos los recursos de tecnología convenientes para la optimización del agua.