Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El reloj marca las 5 en punto de la mañana, un contingente de 58 soldados, que pertenece al 64 Batallón de Infantería, se prepara para una intervención, toman su equipo, cargan su fusil, agarran sus mochilas, pero esta vez no es para enfrentarse contra la delincuencia, la característica que tienen estos militares es que sus herramientas de trabajo son machetes, sierras, rastrillos, escobas, bombas aspersoras de agua: combaten el incendio “San José II”.

Ellos son del Plan DNIII, desde hace ocho días, se levantan en ese horario, las jornadas de trabajo son de nueve horas ininterrumpidas, luchan para extinguir el incendio que cada día se extiende más porque las condiciones del clima no les favorece.

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Abordaron un camión Mercedez Benz, los 58 elementos se acomodaron, pero no todos caben en las bancas, alguno se fueron parados, la unidad sale unos diez minutos antes de que den las 8 horas, es escoltada por un Hummer militar, en que transportan las charolas para hacer la comida.

Iniciaron el camino hacia el incendio “San José II”, recorrieron la carretera libre a Mérida, al llegar al entronque a la zona agrícola, tomaron el camino a la comunidad de Francisco May, que pertenece al municipio de Isla Mujeres.

Un kilómetro antes de llegar a esta comunidad, tomaron una brecha, en donde solo entra un vehículo, las ramas golpean la carrocería de las unidades, este es sinuoso, pero son vehículos todo terreno.

En el trayecto a su destino, algunos militares antiguos recordaron que en el 2006 un capitán murió en un incendio forestal en la misma zona. Se separó del grupo, cinco días después encontraron su cuerpo calcinado.

Avanzaron un kilómetro de camino sinuoso, hasta llegar a la guardarraya que hicieron el día anterior, en ese punto descendieron, bajaron su herramienta.

El oficial al frente del contingente dejó a unos elementos en el lugar para resguardar sus fusiles, de fabricación mexicana, calibre 7.62, cascos, mochilas, etcétera; otros fueron habilitados como cocineros, buscaron leña para hacer una fogata e iniciar los preparativos de la comida, sería chuletas.

El resto de los militares iniciaron la caminata rumbo a la cabeza del incendio que el pasado jueves estaba ubicada a cuatro kilómetros, de donde empezaba la guardarraya.

Algunos militares se detuvieron para combatir un área siniestrada cerca de donde iniciaba la brecha para llegar al corazón del incendio, ahí permanecieron un par de horas, después continuaron su camino.

A las 17 horas, caminaron los cuatro kilómetros de retorno al punto donde iniciaba la brecha, para de nuevo abordar el Mercedes Benz y retornar al Campo Militar. Mañana realizaran la misma rutina, hasta que el incendio “San José II”, sea exterminado.