Cruising, la nueva moda entre jóvenes

Clientes de cibercafés utilizan las cabinas privadas para mantener encuentros íntimos con desconocidos.

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En algunos cibercafés hay aberturas entre las cabinas que permiten el cruce de los usuarios de una a otra. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- “Diego” es el dueño de uno de los varios cibercafés que ofrecen servicio de cabinas privadas en la ciudad, sobre todo en las supermanzanas 22 y 24. Él tiene pleno conocimiento de lo que sucede en su negocio donde usuarios de estas cabinas privadas, mantienen encuentros íntimos con total naturalidad a puerta cerrada, pues su negocio ofrece un segundo piso aislado para sus clientes.

Manteniendo en el primer piso las computadoras para el público en general que utiliza las computadoras para visitar sus redes sociales o su correo electrónico.

Cuestionado sobre el riesgo que esto puede implicar al aumentar las enfermedades de transmisión sexual, afirma que eso lo tiene sin cuidado, pues precisamente esas cabinas privadas son las que mantienen su negocio.

Por otra parte, “Carlos” es un joven de 17 años de edad que tiene poco más de dos años en la ciudad, donde descubrió lo que él asegura se define como “cruising”. Este término se aplica a los encuentros íntimos con desconocidos en lugares públicos o semipúblicos.

Al ser nuevo en la ciudad empezó a crear nuevas amistades por medio de las redes sociales, descubriendo diversas páginas de encuentros donde jóvenes de todo Cancún intercambian sus números telefónicos para comunicarse por medio de la aplicación Whatsapp y encontrarse principalmente en cibercafés que ofrecen el servicio de cabinas privadas, esto con la finalidad de sostener encuentros íntimos.

“Carlos” es asiduo a los cibercafés en los alrededores de la avenida Tulum y Uxmal en las supermanzanas 22 y 24, aunque asegura ha probado otros negocios en las regiones 94 y 95, siendo la última la más “recomendada” por los usuarios al tener, a diferencia de otras, aberturas entre las cabinas que permiten el cruce de los usuarios de una a otra.

Asegura conocer el riesgo de esta práctica, pues una de las principales características es que al ser desconocidos, la protección íntima sale sobrando.

“Diego” señala que uno de los éxitos de este negocio es la ubicación, pues hace dos años intentó crear una sucursal en la Región 229, pero al ser una zona insegura no resultó, son negocios que deben funcionar 24 horas ya que en la madrugada es cuando más solicitan el uso de las cabinas. Especialmente muchos que se conocen en las discotecas de los alrededores de la avenida Tulum.

Personal jurídico de la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento de Benito Juárez, la cual dirige Julio Cesar Romero Rodríguez, señala que a pesar de estas prácticas es difícil lograr la clausura de un negocio de este tipo.

Al ser cabinas privadas no se puede violentar dicho servicio, por lo que una de las formas de lograr una clausura es atrapar a los clientes en flagrancia de faltas a la moral y buenas costumbres, lo cual podría lograrse con algún inspector infiltrado en el lugar.

Otra es el contar con pruebas que indiquen que en el establecimiento se permiten y se dan las facilidades para sostener encuentros sexuales, como letreros o anuncios que señalen la permisión o inciten a dicha práctica.

En cuanto a denuncias o personas detenidas por este tipo de actos, el Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública no reporta detenidos en todo Quintana Roo por este delito. 

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