Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La humedad del manto freático y la continuidad de las lluvias han generado que al menos 15 familias del asentamiento irregular Espíritu Santo tengan problemas para ingresar a sus viviendas, debido a que el agua acumulada ha llegado hasta la puerta de sus hogares, inundando algunas de éstas.

La Coordinación Estatal de Protección Civil recomendó a la población tomar sus previsiones, aunque en caso de sentirse inseguros solicitar ayuda para que la autoridad respectiva habilite un albergue temporal. 

En Othón P. Blanco hay 780 familias viviendo en condiciones endebles, el 6 por ciento de estas forman parte del asentamiento irregular Espíritu Santo, ubicado entre la colonia Lázaro Cárdenas y el Fraccionamiento Nueva Generación. 

Al encontrarse en una de las denominadas zonas bajas, la mayoría de las calles de terracería se encuentran inundadas, lo que causa que al momento de que los transeúntes crucen para llegar a su vivienda la tierra se hunda. 

“En mi casa ha entrado agua. Para proteger mis cosas las tuve que encomendar en otro lugar, porque si las dejo allá se echan a perder. Lo bueno es que en este momento mi familia no está en mi casa, si no ya estuvieran todos enfermos”, comentó Ángel Rivero, morador de Espíritu Santo.

Otra queja de los habitantes del asentamiento irregular, aunque cause risa, es el croar de las ranas, además de que pueden verse de todos tamaños ir de un lado a otro durante el día.

Lo que sí resulta grave es que desde temprana hora los moscos invaden a la población del lugar, por lo que tienen que ver la manera de protegerse. 

El director operativo de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Juan Granados Ontiveros, dijo que en las últimas 48 horas no ha habido la necesidad de desalojar a la población, ya que los encharcamientos encontrados en algunas colonias no han superado los 25 centímetros de agua, porque las lluvias son ligeras. 

Por otra parte, Granados Ontiveros señaló que a partir de la próxima semana comenzará el monitoreo del Río Hondo y la zona limítrofe ante los posibles escurrimientos provenientes de Campeche.