Este 28 de julio se conmemorará el nacimiento de Solidaridad, surgido en 1993 por decreto del Congreso del Estado, durante el gobierno de Mario Villanueva Madrid. Su cabecera, Playa del Carmen, es hoy un referente turístico internacional, pese a sufrir por innumerables crisis, incluidos los saqueos al erario y los huracanes, por lo que hablar de “manteles largos” no es una expresión plenamente compartida.

La fecha ha obligado a reflexiones de distintas naturalezas, sobre todo las del ámbito político y más durante los últimos años, cuando el municipio se convirtió en la nueva cuna de políticos con aspiraciones. La historia particular es conocida.

Lo que no se ha hecho con solvencia es analizar un aspecto que cobró relevancia hace unos meses, cuando Playa del Carmen fue declarada la primera ciudad del país en contar con su Perfil de Resiliencia Urbana, el cual permite desarrollar políticas preventivas específicas.

De esta manera, en el marco de la temporada ciclónica y el festejo ya referido, es oportuno colocar los problemas en perspectiva con el fin de evitar peligros y mejorar las condiciones. Primero: sus habitantes deben reconocer en todo momento que la posición geográfica lo vuelve vulnerable, considerando además los 60 kilómetros de litoral.

Segundo: posee una superficie total de 12 mil 890 hectáreas, cerca de 10 mil están cubiertas por vegetación, principalmente selva mediana, por lo que es un territorio propenso a incendios forestales.

Tercero: si bien persiste una cultura arraigada en materia de prevención de desastres, los altos índices de inmigración han convertido en un importante reto que toda la ciudadanía asimile dichas características.

Cuarto: la migración debe asociarse indudablemente con esta temática principal, ya que según estimaciones del Consejo Estatal de Población, de 2015 a 2025 la población crecerá 35%; es decir, uno de cada cuatro nuevos habitantes de Quintana Roo será residente. ¿Están preparados?

Por ello cabe preguntar: ¿qué se ha hecho? La administración de Cristina Torres presentó hace meses “Seguridad Solidaria” del Eje Programático “Protección Ciudadana”, del Plan de Desarrollo 2016-2018, para consolidarse como ejemplo nacional en protección civil.

Aunado a ello emprendió ajustes burocráticos, inspecciones a refugios, manuales de procedimientos, protocolos de actuación, atlas de riesgos, capacitaciones, alianzas, operativos y programas diversos con criterio estratégico, no solo para estar listos, sino para garantizar una mejor protección de los recursos humanos, económicos y naturales.

Dentro de la zona urbana se cuenta con la dotación de servicios e infraestructura básica en un 97%, del cual 80% exhibe condiciones necesarias para resistir. No obstante, confiarse sería un grave error.

A esa columna vertebral de políticas públicas deben sumarse ciudadanos, turistas y todos los que visitan la Riviera Maya por múltiples motivos, pues esta tierra generosa se ha convertido en hogar de millones, quienes seguramente no querrán que nada ni nadie les agüe la fiesta.

Los desafíos no son pocos y este aniversario es una oportunidad para abordarlos en su compleja magnitud. El ambiente es propicio.

Desorbitado

Dos noticias preocupantes para Quintana Roo: es el tercer lugar en violaciones y cuarto en robo a negocios, de acuerdo un reporte del Observatorio Nacional Ciudadano, que detalló el nivel de violencia y criminalidad registrado durante el primer trimestre de 2017, el peor inicio de año para México por lo menos desde 1997 (desde cuando se tiene registro nacional de incidencia).

Sobre el problema mayor de ambos –el de las violaciones– Playa del Carmen muestra cifras de vergüenza. Nunca es tarde para corregir.