Rezan para agradecer una temporada más sin huracanes

Cerca de 300 personas acudieron a la celebración en honor a San Judas Tadeo.

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Con una misa los chetumaleños recordaron que 18 años atrás el huracán Mitch había impactado el sur de Q. Roo. (Carlos Horta/SIPSE)
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Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Ayer por la tarde, cerca de 300 personas se reunieron en la Plaza del Obelisco para agradecer un año más con baja formación de sistemas tropicales, conmemoración que realizan desde hace 18 años.   

La actividad inició en el balneario Punta Estrella, de donde salió una pequeña peregrinación a pie hasta llegar a la Plaza del Obelisco, donde el sacerdote David Kú Carrillo, encabezó la celebración eucarística en honor a San Judas Tadeo, patrono de los chetumaleños y de las causas difíciles. 

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Durante la homilía, el padre de la iglesia María Auxiliadora, dijo que los feligreses de Chetumal siempre conmemoran esta fecha con una misa para dar gracias a Dios por disminuir el impacto del huracán Mitch, que estuvo presente del 22 de octubre al 7 de noviembre de 1998 en la zona sur del territorio quintanarroense. 

"...el pueblo chetumaleño no perdió la esperanza y oró para pedir por la liberación del huracán"

“Hace 18 años se vivía un ambiente diferente, donde el pueblo chetumaleño no perdió la esperanza y oró para pedir por la liberación del huracán. Desde entonces cada 28 de octubre vemos a dar gracias”, detalló. 

Sin embargo, explicó que no solo en esta fecha debe darse gracias, sino durante todo el año, porque hay que poner en manos de Dios las necesidades de uno mismo y de la familia, pero esto solo se hace con la oración. 

La importancia de San Judas Tadeo

Kú Carrillo dijo que San Judas Tadeo es uno de los apóstoles que escogió Jesús para llevar la palabra de su padre. El hoy Santo, lleva un bastón en la mano derecha que significa el bastión de guía para la gente; la medalla recuerda que San Judas Tadeo debe ser otro Cristo para servicio y cuidar a su comunidad. 

Mientras que la llama que lleva en la cabeza, significa el Espíritu de Dios, que lo acompaña en sus batallas.  

Durante la misa, recordó al padre Javier Orozco Camarena, que fue el sacerdote precursor de esta celebración, que se lleva a cabo desde octubre de 1998, luego de que los fieles fueran a buscarlo para darle gracias a Dios por no haber sentido los embates del huracán Mitch. 

Además de que Orozco Camarena (+) se encargó de buscar víveres y apoyo económico para los afectados. Desde ese entonces, se dedico a estar al pendiente del paso de los huracanes y cada año agradecía por una temporada sin pérdidas humanas. 

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