Municipios de Q. Roo abusan de los créditos a corto plazo

Recomiendan transparentar la contratación del crédito de Othón P. Blanco, el municipio más endeudado del estado.

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Las deudas de los municipios Benito Juárez, Othón P. Blanco, Cozumel, Solidaridad, Tulum y Lázaro Cárdenas, insostenibles. (Redacción/SIPSE)
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Jazmín Ramos/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los créditos a corto plazo a través de la banca o Sociedades Financieras de Objetivo Múltiple (Sofomes) son el medio idóneo para sangrar las arcas municipales, debido a que carecen de una regulación, no requieren aprobación del Cabido, ni del Congreso local y tampoco se notifican a las autoridades hacendarias, generando una bola de nieve que mantiene en jaque la estabilidad financiera de algunos gobierno locales.
 
Según explicó en exclusiva a Novedades de Quintana Roo la directora general de finanzas de la firma de consultoría Aregional, Flavia Rodríguez Torres, estas líneas crediticias que de acuerdo a la ley de deudas tienen un límite de pago a un año con tasas muy altas y van destinadas básicamente al gasto corriente, pago de proveedores e incluso a nóminas han generado altos pasivos para los municipios, comprometiendo no sólo las partidas federales sino también sus propios ingresos, deben blindarse porque llegarán a ser insostenibles.
 
“Sin candados, los gobierno locales están abusando de los créditos que implican un alto riesgo, por ser una deuda muy cara, además al haber opacidad en cuanto a los procedimientos de contrato y al carecer de información pública, entonces pueden estar incurriendo en irregularidades”.
 
Mencionó que las líneas financieras en períodos incipientes de pago al no tener una regulación ante la ley no constituyen una deuda en sí, por ello se cae en el error de pensar que se pagarán en menos de un año, pero la mayoría de los municipios incumplen llevándolos a reestructurar el préstamo y entonces se convierte en un problema financiero.
 
“Implican un peligro, de ahí la insistencia en que los congresos locales tienen que impulsar una regulación estricta sobre los créditos a corto plazo que junto con la Ley de Ingreso restrinja a un porcentaje de endeudamiento, por ejemplo a un 10%, el cual se tengan que respetar, una especie de margen que no permita incrementar los pasivos. Es urgente legislar, si no lo hacen entonces la federación impondrá reglas más severas para limitarlos”.
 
Se trata, dijo, de evitar que estas deudas sean insostenibles como lamentablemente está sucediendo en varios municipios del país, incluidos seis gobiernos locales de Quintana Roo –Othón P. Blanco, Cozumel, Solidaridad, Tulum, Lázaro Cárdenas y Benito Juárez-, en donde las deudas suman mil 145 millones de pesos, aquí es necesario saber las condiciones en las que se firmaron estos procedimientos de préstamo.
 
“Desconozco en qué circunstancias se firmaron estas líneas financieras, pero es un hecho de que han ido ampliando el plazo de pago mediante una renegociación, cayendo en irresponsabilidad, generando pasivos que no podrán pagar heredándola a la siguiente administración, eso es lo que está pasando”.
 
En el caso concreto de Othón P. Blanco que es el municipio más endeudado del estado, valdría la pena transparentar la contratación, así como a dónde fue a parar el dinero que gestó los pasivos, porque de acuerdo a la ley los contratos de corto plazo no puede ir destinados a obras si no a gasto corriente, pero por el monto global de los créditos se presta a especulaciones.
 
Mencionó que lo grave es que abusan de estos préstamos partiendo del hecho de no  rendir cuentas, es más en muchos de los casos ni si quiera envían un informe a las autoridades hacendarias, teniendo carta abierta, lo que provocó una bola de nieve que puede quebrar las finanzas, pues finalmente los bancos ignoran el hecho que no paguen a sus empleados y paralicen obras, ellos cuentan con un aval que son las participaciones federales e incluso los ingresos propios.
 
En cuanto al riesgo de los bancos y Sofomes por liberar líneas crediticias en municipios endeudados no hay conflicto porque los pagos están garantizados, la irresponsabilidad recae en los gobiernos locales que han encontrado el camino para obtener ingresos externos con intereses muy altos.

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