Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Un cuerpo aparentemente delgado no es garantía de no padecer obesidad, las llamadas “llantitas” o zonas con grasa en el vientre son indicios de obesidad abdominal. El problema de distribución de la grasa que se aloja en los órganos, al interior de la cavidad abdominal, desarrolla una mayor probabilidad de problemas metabólicos, infarto al miocardio y alteraciones en los niveles de colesterol, que llevan a padecer diabetes, informó el doctor Felipe Robles Miguel, coordinador auxiliar de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Quintana Roo.

Señaló que los hombres deben tener, como máximo, 90 centímetros de cintura; las mujeres, 80 centímetros, arriba de dichas medidas ya es catalogado como obesidad abdominal.

Esto se refleja en un exceso de tejido adiposo, llamado “cuerpo de manzana”; aunque medir la cintura es sencillo, recomendó que sea el personal de salud de las Unidades de Medicina Familiar (UMF) quienes lo hagan, lo cual puede ser solicitado por cualquier derechohabiente.

Mencionó que existe otro tipo de obesidad, la de tipo ginoide o “cuerpo de pera”, es conocida por el exceso de grasa que se concentra principalmente en la parte inferior del cuerpo: en abdomen, muslos y piernas.

Los órganos más afectados por esta condición son los riñones, el útero y la vejiga; las piernas son castigadas con varices, hinchazón, problemas circulatorios y cansancio excesivo. A pesar de ello, es más peligrosa la obesidad abdominal, pues trae como consecuencia enfermedades crónico degenerativas, aseveró Robles Miguel.

Indicó que una alimentación correcta, consumo de agua simple y práctica diaria de actividad física, es vital para el combate del sobrepeso, obesidad y sus complicaciones.