Benito Juárez llegó a ser, en 2018, uno de los más violentos del país: 1.8 homicidios por día como promedio. Los últimos de aquel año fueron extremadamente violentos. El mes pasado se constató que bajó 64.8% ese delito cuando se le compara con diciembre de 2018 (representa ahora un promedio de 0.7 homicidios por día). Es un avance concreto y sostenido. La tarea se hace en el municipio más poblado de Quintana Roo, que pertenece a los 50 prioritarios para la administración federal.

La información fue divulgada por autoridades de la república, con base en estadísticas elaboradas por la Unidad de Políticas y Estrategias para la Construcción de Paz con Entidades Federativas y Regiones con datos del Centro Nacional de Información (CNI)-Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).

¿A qué se debe? Autoridades de Cancún explican que a la transformación de las estrategias implementadas, a un nuevo enfoque en Seguridad Ciudadana, al fortalecimiento de la Policía Municipal, a la coordinación con las corporaciones federales y a la inversión en programas sociales que reconstruyen el tejido social.

¿Qué sigue? El compromiso de las autoridades es seguir trabajando con la misma visión, sin bajar la guardia, y reducir aun más el porcentaje para mantenerlo durante los próximos meses.

Es una tendencia nacional: 33 municipios de todo México registraron una disminución.

Otro ejemplo cercano a Cancún es Isla Mujeres, donde se registró una disminución del 12.7% en la incidencia delictiva. Son cinco más del estado donde las cifras van a la baja, de acuerdo con los mismos datos del Secretariado Ejecutivo.

En Isla Mujeres las estadísticas revelan que los delitos de alto impacto del fuero común también disminuyeron.

En el tema más sensible y reclamado por la población, aparecen estas buenas nuevas para analizarlas en su justa dimensión.

Desorbitado

La seguridad no puede ser bandera electoral, ni para bien ni para mal. Es un tema que la sociedad no transa. Partidos y candidatos podrán prometer en otras diversas materias, pero en seguridad es poco el margen: son muchos años en que el principal reto deja sinsabores y la gente desconfía por obvias razones.

Los avances se convierten en una esperanza.