Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Arquitecto, empresario, jugador de tenis, emprendedor y para muchos visionario. Con 67 años de edad y 25 dedicados al turismo, Miguel Quintana Pali ha forjado una notable trayectoria que le ha valido ser ganador del Mérito Empresarial Turístico este año, justamente por su aportación para el crecimiento de Quintana Roo y para la industria de México, un reconocimiento que se funda en la creación de atracciones que quizá sean de las más exitosas y reconocidas del Caribe Mexicano.

Ganó el Mérito Empresarial Turístico, ¿se lo imaginó alguna vez?
No, para nada. Como dice la canción: se hizo camino al andar. No tiene nada que ver el parque con lo que comenzó, y no tiene nada que ver el parque (Xcaret) de hoy con lo que va a ser mañana.

¿Era muy diferente a lo que ahora es?
Un día llegue aquí y me presentaron un pedazo de terreno en Xcaret con facilidades para adquirirlo. Yo iba a hacer la casa de mis sueños al lado de un cenote. Pensé que iba a ser mi casa de campo. Adquirí 5 hectáreas y comencé a arreglar el terreno, y a medida que iba descubriendo lo que tenía el terreno, que tenía sitio arqueológico, que tenía agua, que tenía grietas, y dije “esto no puede ser privado, tiene que se conocido por todo el mundo”, y así cambié al proyecto de parque e invité a mis actuales socios que son los hermanos Constandse que tenían el resto del terreno, y mis 5 hectáreas más 60 que ellos tenían hicimos un parque de 65 hectáreas.

¿Antes qué hacía?
Tenía una cadena de siete tiendas de boutiques y decoración: las Tiendas Pali, en la Ciudad de México. Diseñaba muebles, los mandaba a hacer. En aquel momento la importación estaba prohibida y fueron mis tiempos de auge. Buscaba ideas fuera del país y las desarrollaba dentro del país.

¿Qué representa el reconocimiento que le dieron?
Es un reconocimiento a lo que hemos hecho en 25 años. Es un reconocimiento de que no sólo venimos a hacer un negocio, sino que venimos a innovar, a impulsar el turismo en Quintana Roo, pero no todo se quedó en Xcaret, sino que conseguimos la concesión de Xel-Há, luego hicimos el parque de aventura bajo tierra que es Xplor, abrimos un tour para visitar cuatro tipo de cenotes; hace tres años iniciamos el paseo para llevar a los turistas a los sitios arqueológicos como Tulum, Cobá, Ek Balam, Chichén Itzá y vamos a iniciar a Uxmal; en estos días vamos a inaugurar Xoximilco.

Pasó mucho tiempo para hacer la mayoría de sus proyectos, ¿por qué?
Es un asunto económico. Los primeros años le reinvertimos a Xcaret, le invertimos a Xel-Há, nos anticipamos a la llegada de turistas. Luego ya abrimos Xplor, y nos dimos cuenta de que podíamos hacer paquetes: si te vendo un parque en 100 pesos, te vendo dos en 170, y tres parques por el precio de dos. Pero nuestro menú estaba limitado para vender paquetes y decidimos ampliarlo y nos dimos cuenta que el tour a Tulum era importante, que el tour a Chichén se vendía mucho (…) nos dimos cuenta que los cenotes eran muy solicitados y abrimos cuatro tours; hacía falta un lugar para cenar y estamos abriendo Xoximilco para cenar con música a bordo de las trajineras. Cuando quieren comprar un paquete tienen de dónde escoger.

¿Y ya se asoman más proyectos?
Dentro de dos años abriremos otro parque que se llama Xenses, jugar con tus sentidos, con tu mente. Hay mucho que hacer en cenotes, más cenotes. En Yucatán pensamos que se pueden desarrollar muchos productos, a propósito de mi propuesta de impulsar al turismo en regiones, que también es motivo del reconocimiento.

Dicen que usted trabaja desde temprano
Llego antes de las 7 de la mañana, mi secretaria llega a las 9. En esas dos horas no tengo llamadas y busco ponerme al corriente porque cuando llega ella sólo es para despachar llamadas y no da tiempo de sentarse a cerrar cosas. En la noche me llevo asuntos importantes y son los que llego a revisar. Últimamente los jueves y viernes no estoy para la gente, voy a cenotes, a visitar terrenos, las obras, los proyectos, y cuando no me voy me vengo a la oficina.

¿Le ha pasado salir de Quintana Roo a invertir?
Yo viví en la Ciudad de México, pero acabé mudándome. No he vuelto a pensar en irme; nos han invitado a invertir en fuera y dentro del país, pero hay tanto que hacer en la península que va a estar difícil que vayamos a otro lado.