Tony Blanco/SIPSE
JOSÉ M. MORELOS, Q. Roo.- Un centenar de campesinos, representantes de 28 comunidades del municipio, exigieron ayer desde las cuatro de la tarde y hasta la media noche, frente al Palacio Municipal, el pago del siniestro de sus milpas, de lo contrario, amenazan con tomar medidas más drásticas. 

De las 65 comunidades, presuntamente dañadas por la escasez de agua, 28 quedaron fuera de la cobertura del seguro, situación que inconformó a los campesinos, quienes se plantaron por más de siete horas en los bajos del recinto municipal.

Desde las 16 horas de ayer, Antonio Rico Lomelí, subsecretario de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sedaru); Joel Espinoza Moreno, subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaria de Gobierno, y Marco Tulio Herrera, director de siniestros de la Sedaru, arribaron al palacio, fueron recibidos por el presidente municipal, José Baladez Chí y los campesinos, quienes aguardaban por una respuesta.

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Los funcionarios se reunieron con los comisariados ejidales, quienes reprocharon el proceder de la aseguradora que los dejó fuera del pago de seguros catastrófico, y exigieron que como gobierno presionen a la empresa para que pague a todos los ejidos del municipio.

Mientras el tiempo transcurría los ánimos se calentaban y los campesinos gritaban consignas, siempre pidiendo que se le paguen.

Se estima que en María Morelos, hay un promedio de tres mil 500 ejidatarios, quienes exigen el pago de tres mil 200 pesos por “daños”, cantidad que el año pasado se les pagó a todos.

Alrededor de las 19:30 horas, Rico Lomelí, se asomó al balcón de palacio para ofrecerles la cantidad de mil pesos a cada ejidatario y “solucionar el problema”, cifra que fue rechazada de inmediato por los campesinos.

Llegan a un acuerdo 

Tras varios minutos de gritos e insultos de parte de los campesinos hacia las autoridades, se logró acordar que el pago de tres mil pesos se hará antes del 31 de este mes, puesto que según las autoridades no está “en sus manos dar solución este día (ayer)”.

Joel Espinoza tuvo una intervención tibia y no logró calmar los ánimos, los comisariados dijeron estar firmes en su postura, por lo que los tres funcionarios y el edil Baladez Chí, pidieron una tregua de media hora para debatir el asunto a puertas cerradas.

Durante el tiempo que duro la ‘reunión’ entre los comisariados ejidales y autoridades, los campesinos permanecieron afuera, firmes sin dejar entrar ni salir a nadie del palacio,  donde sólo la secretaria del alcalde se encontraba en el lugar, ya que los trabajadores municipales están de vacaciones. Por su enojo, los inconformes también destruyeron artículos dentro del recinto.