Por: Rafael R. Destúa

Hace algo más de treinta años la película musical “Anita, la huérfanita” fue una enorme y dispar producción que logró seis nominaciones al “Razzie”, que premia lo peor del cine (ganó una). Pero a tres décadas de distancia la cinta no se veía tan mal y se prestaba para una nueva versión, que Will Smith y Jay-Z decidieron realizar. El resultado es actual y algo mejor que la cinta original: sólo recibió dos nominaciones al Razzie.

Annie ya no es “Anita” y no es “huérfana”, vive en una casa de acojida que administra la ávara y traumatizada Hannigan. La chica es salvada de ser atropellada por un hombre que resulta ser el millonario Will Stacks, quién ve que un vídeo de su buena acción se viraliza en la red beneficiando su candidatura a la alcaldía de Nueva York, razón por la cual adopta a Annie sin esperar como ésa estrategia promocional cambiará su vida.

Los productores focalizaron sus esfuerzos por revivir a “Annie” en dos aspectos: encontrar una chica carismática para el papel y tener una buena banda sonora actualizada. Quvenzhané Wallis fue una bendición para ellos en el papel de Annie, ganando varias nominaciones a premios por su rol; la banda sonora peca de ser demasiado cuidada comercialmente, pues varias melodías suenan a “éxito genérico de radio”... no son malas pero no se distinguen.

Un aspecto muy bueno y otro mediano podrían hacer una buena película, pero Smith y Jay-Z dejaron la cinta en manos de Will Gluck, quién logra ponchar todos los salvavidas que sus productores le dieron para hundir con él la película. El director carece de gracia para armar los numeros musicales, tiene idea pero no consigue compaginar el ritmo de la edición con la música; ni el ritmo del humor de varias secuencias.

Las actuaciones dejan que desear por parte de talentos como Jamie Foxx y Cameron Díaz mientras que sobresalen Wallis y Rose Byrne -juntas tienen un buen número musical-. El problema es, en parte, que cada que sus personajes parece que tendrán un cierto trasfondo el director cambia su enfoque, evidenciando que no estaba seguro de que hacía.

Aún así la cinta es agradable si el espectador gusta del humor simplón y de la música genérica del pop actual. Hay un vídeo en internet de un tema de “Annie”, se llama “Opportunity”, si le gusta puede arriesgarse a ver la película, aunque lo que vea bien que mal la resume.