Agencias
CANCÚN, Q. Roo.- El secretario de Salud estatal, Juan Ortegón Pacheco, informó hoy que el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, dispuso oftalmólogos especialistas del Hospital General "Jesús Kumate Rodríguez" examinen para que traten de salvar la vista a la mayor parte de los 27 ancianos operados de cataratas en una clínica privada.

De acuerdo con Milenio, se ordenó cerrar el sanatorio e investigar a los autores de las operaciones. "La orden del gobernador es no permitir que se juegue con la salud de la población", dijo el funcionario.

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Agregó que el mandatario giró instrucciones para revisar todos los hospitales, clínicas y servicios médicos particulares de la entidad, y aplicar la ley a quienes violen la normatividad establecida.

Ortegón aseguró que las secretarías federal y estatal de salud suman esfuerzos para atender con todos los recursos especializados disponibles a los ancianos afectados por negligencia de la clínica privada Instituto de Salud Visual de Cancún.

Operaciones para ancianos

La semana pasada 27 ancianos fueron operados de cataratas en ese nosocomio bajo auspicios de la fundación de un cinema, que financia operaciones de ancianos de escasos recursos.

Tras haber dañado irreversiblemente a los enfermos, el director de la clínica, Juan Pablo Olivares Emparan impuso cuotas de 11 mil pesos a cada paciente "por extirpación de carnosidades no incluidas en el paquete gratuito financiado por la fundación.

A petición del gobernador la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) verificó que el quirófano, que se usó para las operaciones, estaba contaminado e infectó a los pacientes con la bacteria pseudonoma áurea, que los dejó semiciegos.

Infectados en la clínica

Al menos en dos casos fue necesario extirpar un ojo para salvar el otro; seis casos más están en riesgo de extracción. En peligro de quedar ciegos están 17 ancianos.

"El virus generó un cuadro de endoftalmitis, que ataca el nervio óptico y provoca pérdida de la vista. En 15 días genera putrefacción del tejido ocular, con supuración de pus y sangre.

"Los síntomas que acusan los ancianos son disminución de la visión, dolor intenso del órgano visual, enrojecimiento del globo ocular, supuración y sangrado, e hinchazón de párpados", indica el informe.