Alejandro García/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La falta de regulación y el desconocimiento de la ley han permitido que los corralones de las empresas de grúas se conviertan en un negocio muy redituable en Cancún. 

Con éste nuevo congreso se debe de solicitar que se hagan las modificaciones necesarias para acabar con los abusos en este rubro, señaló Alejandro Luna López, regidor de Seguridad Pública, Tránsito y Bomberos. 

“El gobierno debería de invertir en sus propios corralones, en grúas, debería de ver la manera de participar en ello, porque el final del día son las empresas particulares las que salen beneficiadas”, comentó.

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No hay una reglamentación del servicio de grúas, por ello el ciudadano se ve “asaltado”, porque primero está la multa, luego la estadía en el corralón, y ahí es donde el ciudadano pasa un “calvario”, porque debe de estar al día en los pagos de tenencia, aún cuando esto es del ámbito estatal y no municipal.

Los corralones de las empresas Transportes Figueroa, Hermanos Cardona y Salvamentos del Caribe (Abimehri), que son con los que tiene convenio la Dirección de Tránsito, sobre exceden espacios e incluso ya apilan automóviles uno tras otro ante la cantidad de unidades que tienen en sus inmuebles.

“Se debe de hacer una revisión a los corralones porque son un foco de infección, debido a que hay muchas unidades ya hasta oxidadas y que acumulan agua”, agregó.

Si el gobierno invirtiera en grúas y un corralón se captarían recursos y sería un beneficio para el municipio, y asimismo se detendría los abusos que señala la ciudanía.

Hace siete años que el Ayuntamiento de Benito Juárez no otorga el servicio de arrastre con grúas propias, bajo el argumento de la falta de recursos que han tenido las últimas tres administraciones municipales.

Ante esto, en Cancún trabajan empresas que llegaron a un convenio, en el cual de darse un caso donde sea necesario un arrastre o accidente vehicular, los elementos de Tránsito llaman a alguna de las empresas.

Este último punto es el que lleva a las empresas a excederse de manera considerable, pues ante la falta de capacidad del gobierno municipal han hecho un negocio lucrativo y redondo a costa de la necesidad.